martes, diciembre 16, 2008

Una batalla anglosajona

Elene es un poema anglosajón de un tal Cynewulf, un scop (poeta de la época anglosajona) simpático que siempre firmaba con runas y que vivió en algún momento entre los siglos VIII y IX (sus textos no se han podido fecharse con mayor exactitud). En el poema, que en realidad se basa en un texto latino, se narra el encuentro de la Vera Cruz por Santa Helena. A pesar de su pío argumento, ningún anglosajón podía resistirse a narrar una buena historia de batalla, y aunque la tarde en que empecé a redactar esta entrada yo andaba buscando algún pasaje lírico, me rendí ante la fuerza de la siguiente descripción de una batalla entre el emperador romano Constantino y una fuerza combinada de Hunos y Ostrogodos, que se narra entre los versos 109 y 126.

Byman sungon
Las trompetas cantaban
hlude for hergum. Hrefn weorces gefeah,
en alto ante las huestes. El cuervo se alegraba de su tarea
urigfeðra, earn sið beheold,
con alas llenas de rocío; el águila inspeccionaba la marcha,
wælhreowra wig. Wulf sang ahof,
la batalla cruel. El lobo alzó su aullido,

holtes gehleða. Hildegesa stod.
el habitante del bosque. El terror de la batalla se alzó.
þær wæs borda gebrec ond beorna geþrec,
Entonces hubo quebranto de escudos y daño de guerreros,
heard handgeswing ond herga gring,
duro batir de espadas en mano y mezcla de ejércitos,
syððan heo earhfære ærest metton.
cuando con la primera tormenta de flechas se encontraron.

On þæt fæge folc flana scuras,
Sobre esa hueste de condenados flechas llovieron,
garas ofer geolorand on gramra gemang,
lanzas sobre los escudos amarillos contra la cruel multitud,
hetend heorugrimme, hildenædran,
el cruel enemigo envió, las víboras de la guerra,
þurh fingra geweald forð onsendan.
a través de dedos blandiendo armas.

Stopon stiðhidige, stundum wræcon,
Con paso firme, trajeron una y otra vez aflicción,
bræcon bordhreðan, bil in dufan,
rompieron la barrera de escudos, llevaron la espada al campo enemigo,
þrungon þræchearde. þa wæs þuf hafen,
presionaron con intrépida violencia. Entonces fue alzada
segn for sweotum, sigeleoð galen.
la insignia ante las tropas, un himno de triunfo cantaron.

Gylden grima, garas lixtan
Dorados yelmos y lanzas brillaron
on herefelda.
sobre la llanura de la batalla.


La literatura en Inglés Antiguo (Anglosajón) posee una fuerza y rotundidad muy propias de la época en la que se escribió y de las gentes de quienes fue nativa; y al mismo tiempo transpira una frescura, honestidad, y en algunos textos, un lirismo inocente y potente que la hace muy particular. El idioma es de una belleza de sintaxis y sonoridad que le hace destacar entre las demás lenguas germánicas antiguas. Si alguien que pase por aquí tiene interés en conocer con más profundidad esta interesante literatura, le recomiendo el libro "Beowulf y Otros Poemas Anglosajones. Siglos VII - X", de Jesús y Luis Lerate, publicado por Alianza Editorial, que aunque no contiene textos del Elene, tiene una buena selección de fragmentos y poemas traducidos al español.

miércoles, diciembre 10, 2008

63 años luz

HD 189733 es el nombre de una estrella que se encuentra a una distancia de 63 años luz. En términos astronómicos, puede considerarse de la vecindad local, un paisano de la zona, el viejo que vive en una casa más allá de la colina. Lejos para llegar en un paseo casual, pero a quien se puede visitar, llegado el caso, en una caminata una tarde de otoño. Si levantamos la mirada por encima de los edificios, veremos el Cisne, y entre el mar de estrellas, está HD 189733.


HD 189733 tiene un planeta que le orbita. Uno de esos planetas grandes, del tamaño de Júpiter, gigantes gaseosos de hidrógeno sucio de los que ya hemos descubierto varias centenas (a día de hoy, 231; finalmente resultó que no era tan raro que existieran planetas aparte de los del Sistema Solar). Un vals estelar de planetas extrasolares, de los que nos detectamos los más masivos, los gigantes rojizos que quizá ocultan planetas más parecidos a nuestra Tierra que hoy por hoy, todavía no somos capaces de ver con nuestra limitada (pero creciente) visión estelar.



El planeta que orbita a HD 189733 tiene el poco imaginativo nombre, por ahora, de HD 189733b. El 11 de Febrero del 2008 se descubrió que en su superficie existía metano. Esto le convirtió en el primer planeta fuera del Sistema Solar en el que se descubría un complejo orgánico. No signo de la vida, pero sí promesa, posibilidad. Pero HD 189733b orbita muy cerca de su sol, a un 10% de la distancia que separa Mercurio de nuestro Sol. En esas condiciones, cabría esperar monóxido de carbono (CO), no metano (CH4), que aunque sigue siendo un ladrillito, el más pequeño de lo que conocemos como materia orgánica, fue algo inesperado. Se barruntó que algún proceso sobre el que por el momento no había pistas, estaba concentrando el metano en las zonas más frías del planeta, o simplemente, creando más metano. La naturaleza exacta de ese proceso despertó sueños. Pero la prudencia se antepone fielmente a las ansias tan humanas de soñar: el fenómeno se podría explicar si el planeta fuera muy rico en carbono, cosa perfectamente posible.




Ayer, 9 de Diciembre, los aparatos a bordo del telescopio Hubble detectaron dióxido de carbono en la atmósfera de HD 189733b. La temperatura allí es demasiado alta para aguantar vida como la conocemos, pero estos descubrimientos prueban que los componentes básicos para la vida no son infrecuentes. Incluso dan que pensar, ya que si en algún lugar existiera vida parecida a la que puebla nuestro planeta, dejaría como rastro, entre otros componentes, precisamente dióxido de carbono y metano. Las campanas siguen volando, manos de carne templan los extremos metálicos, ojos cálidos comprueban las cifras en un azul extraterrestre. Nuestros ojos orbitan a kilómetros de altura, y unl delicado perfume rosáceo apenas soñado nos agita levemente en nuestro dormir. Y todavía tantos preguntan para qué los dólares, los euros gastados. Quizá algún día enfoquemos nuestros ojos de cristal y oro hacia una estrella y una sorpresa nos abrace, para siempre ya. Quizá no.

viernes, octubre 31, 2008

viernes, octubre 17, 2008

Una elegía sumeria

La primera vez que leí textos traducidos del sumerio yo tenía 15 años, y me fascinó el encontrarme ante las piezas más antiguas de literatura que existen. No es de extrañar que los propios autores, hace literalmente 5000 años, quedaran maravillados por la fuerza de lo que habían creado. Ya conocía por los trabajos de Jean Rivière acerca del poder atribuido a la palabra en general y a la palabra escrita en particular. Tenemos que recordar que en aquellos tiempos, el mundo mítico y el real se fundían en los espíritus de aquellas gentes.

La palabra escrita, fijada en principio para toda la eternidad, tenía un poder, y el hecho de grabarla sobre las tablas de arcilla húmeda no era banal. Es por ello que en muchos textos sumerios encontramos repeticiones que nos parecen tediosas: alabanzas, declaraciones de que existen los Dioses (como muestra de respeto hacia ellos, como orgulloso reclamo del escriba, y al mismo tiempo, como intención de atar el cosmos a la acción de escribir, y viceversa). A veces las tablillas traslucen algo de un temor reverencial por lo que se está haciendo. En algunas otras se tratan temas más livianos, desde debates, canciones de amor, elegías hasta elogios a la bebida.

Pero como ejemplo de esas repeticiones respetuosos, acudamos a las primeras líneas de la historia de los dioses Enki y Ninhursaja:

Puras son las ciudades, y vosotros sóis aquéllos a quienes os han sido
concedidas. Pura es la tierra de Dilmun. Puro es Sumer, y vosotros sóis a quiénes se os ha concedido. Pura es la tierra de Dilmun. Pura es la tierra de Dilmun. Virginal es la tierra de Dilmun. Virginal es la tierra de Dilmun. Inmaculada es la tierra de Dilmun.
El sumerio era una lengua sin parentesco conocido con ninguna otra de las habladas en el planeta. Para hacernos una idea de cómo sonaba el parrafo anterior en sumerio, os incluyo la transliteración:

Iriki kugkuggaam ene baammeenzeen kur dilmunki kuggaam
kiengi kugga ene
baammeenzeen kur dilmunki kuggaam
kur dilmunki kuggaam kur dilmun sikilam
kur dilmunki sikilam kur dilmunki dadaggaam


Particularmente, encuentro cierta gratificación en leer estas palabras extrañas y pensar que alguien, de forma más o menos parecida, habría pronunciado esto mismo hace 5 milenios.

También leemos en la noticia de Enlil y Ninlil:

Había una ciudad, había una ciudad, ésa en la que vivimos. Nibru era la ciudad, ésa en la que vivimos. Dur-jicnimbar era la ciudad, ésa en la que vivimos. Id-sala es su río sagrado, Kar-jectina es su muelle. Kar-asar es el muelle donde se atan los barcos. Pu-lal es su pozo de agua fresca. Id-nunbir-tum es su canal lleno de ramificaciones, y si uno mide desde allí, hay tierra cultivada en 50 sar a cada lado. Enlil era uno de sus hombres jóvenes, y Ninlil era una de sus mujeres jóvenes. Nun-bar-ce-gunu era una de sus sabias mujeres ancianas.
En aquella época, la doncella fue aconsejada por su propia madre. Ninlil fue aconsejada por Nun-bar-ce-gunu: "¡El río es sagrado, mujer! ¡El río es sagrado, no te bañes en él! ¡Ninlil, no camines por la orilla de Id-nunbir-tum! ¡Su ojo es brillante, el ojo del señor es brillante, te mirará! ¡De la Gran Montaña, el Padre Enlil, su ojo es brillante, te mirará! ¡El pastor que decide todos los destinos, su ojo es brillante, te mirará! ¡Sin miramientos querrá tener relaciones, querrá besarte! ¡Querrá derramar su semilla en tu matriz, y te abandonará!"

Para dar muestra de la belleza de algunos de los textos que conservamos, traduzco a partir de la traducción del inglés del proyecto ETCSL de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad de Oxford, el fragmento conocido como "Elegía por la muerte de Nawirtum" que aunque mutilado por algunas lagunas da muestra de la fuerza lírica que alcanzaban algunas composiciones sumerias:

"Un día aciago... sobre la doncella... sobre la hermosa mujer, la doncella agraciada, el mal de ojo... sobre la cría de pájaro que cayó por el borde del nido, una red ha... la madre fecunda, la madre de niños, es ... por una trampa. La vaca amarilla, la vaca salvaje de voz alta... como un navío gakkul. Nawirtum, la vaca salvaje de voz alta, ... como un navío gakkul. Ella que nunca dijo "estoy enferma" y nadie causó preocupación. Ella que no... no... el lugar divino. Como su lugar de descanso, su arrojado... no era...

Nibru está cubierta de (¿niebla?); en la ciudad... Sobre las multitudes un grito de (¿congoja?) ha caído,... Lamentando... como un grito de guerra en la batalla... Ellos están vencidos por la pena por aquella cuya vida ha terminado. Ellos están (¿angustiados?) por ella que estaba formada como una estatua dorada. Aquél que la mire, ¿no llorará? Las plañideras... Las mejores canciones... de los bardos de palabras dulces están alteradas en todas partes en lamentos y lloros.

Porque... ha sido retornada, ellos pronuncia una canción para ella. Porque de su pequeño..., ella no dispensó consejo... piedra...; fue (¿perdido?). Porque sus días no se prolongaron en el abrazo de su marido y el lloro nunca se detuvo, porque Ninurta no disfrutó de la felicidad de su..., y porque su amada sacerdotisa nin-dijir no entró en el jipar.

Porque... fue llevada al final a su lado, él se alza en grandeza y favor, pronunciando un lamento por ella. Para su madre que la llevó en su vientre, la luz brillante se tornó en oscuridad,... para ella. Él hace sus (¿acciones?), su..., en un...por ella. Sus almas se han adelantado ante ella, sus cuerpos malvados son hechos pedazos. Sus..., trabajadores y parientes son..., sus... son... no permanecen... Sus niñeras fueron... Los ... huyeron. Como hombres furiosos, piedras... (¿enfermos?), la luz que viene de arriba... no incrementó desde su ciudad.

Entonces su amado esposo totalmente solitario..., en su ciudad, en Nibru, la ciudad..., Lu-dijira, su amado esposo, totalmente solo..., en su ciudad, en Nibru,... se acercó a ella con corazón sufriente en..., el gran lugar habitable. Ellos tomaron su mano, sus corazones estaban (¿vencidos?). Su... fue excluido de la nutrición, su aliento fue (¿sofocado?). Él pronunció (¿lamentos?) como una vaca, aquél que no tenía... adornos.

Él lleva sus..., él llora por ella: "¡Oh! ¿Dónde está...? ¡Os llamaría! ¿Dónde están Meme y los bellos espíritus protectores? ¡Os llamaría! ¡Dónde están..., las palabras llenas de gracia? ¡Os llamaría! ¿Dónde están mis... armas y mi carcaj gloriosamente adornado? ¡Os llamaría! ¿Dónde está aquél que ilumina con brillo... la cara, mi consejo noble? ¡Os llamaría! ¿Dónde está mi ..., mi precioso resplandor? ¡Os llamaría! ¿Dónde están mis canciones dulces que regocijan el corazón? ¡Os llamaría! ¿Dónde están mi ... arma y carcaj dorado que ilumina el espíritu? ¡Os llamaría! ¿Dónde están mis danzas, mi agitar la mano, mi (¿alegría?) ¡Os llamaría!"

"Que tu forma de vida no sea olvidada, que tu nombre sea pronunciado. Que la culpa de tu casa sea borrada, que sea tu pecado liberado. Que tu esposo esté bien, que alcance valor y edad. Que el destino de tus hijos sea propicio, que tengan en su reserva bienestar. Que tu hogar familiar progrese, que su futuro sea amplio. Que Utu traiga para ti luz brillante desde el mundo de las profundidades, ... agua clara. Que Ninkura esté a tu lado, que te alce a las alturas. Acerca de la tormenta amarga que ha sido lanzada contra ti, que vuelva al horizonte. Que una maldición cruel sea pronunciada contra el demonio galla que ha traído su mano contra ti. Acerca de la amable doncella que yace en su esplendor como un toro, amargo es el lamento por ti."

viernes, octubre 10, 2008

Despedida del Sol

"Date la vuelta, contempla
cómo decae mi caricia, el sostén
de todas las cosas, contempla
cómo se desvanece el calor, la vida
que mantengo en mi seno, contempla
cómo huye la luz y llega el invierno".

Me doy la vuelta.
Me dejas ciego por última vez.
Una despedida de todas las veces
Que me he despedido.

Tu brillo entre las ramas
Las runas imponiéndose
Y yéndose hacia el pasado
Hacia el futuro
El ojo entrecerrado
Piel fría
Pero siempre hacia delante

El deber de volverme y mirarte
Sol urge mirada dolorosa
Viento frío que todo lo invade
Sombra creciente
La triple ceguera
En mi ojo cerrado
La tierra perforada
El calor perdido
Grito del humus
El calor se desvanece
Sueño de gusanos y esporas
Runa inmóvil helada

Despedida del Sol

lunes, agosto 04, 2008

Un Infierno Norteño

En homenaje a los que han entrado hoy a ver si había alguna actualización en este descuidado blog, y en memoria de los rigurosos calores que estamos soportando, escribo hoy esta entrada corta.

Vití es el nombre de uno de los infiernos norteños. En este caso se trata de un lugar real. O mejor dicho, coexiste en varias realidades, la mitológica y la material, porque reside en un lugar donde las fronteras entre ambas convenciones se funden.


Hay un lugar en las tierras altas del centro de Islandia que sólo es accesible durante unos pocos meses al año. Un lugar tan remoto y extraño a nuestra experiencia común, que se eligió como lugar de entrenamiento de los astronautas que iban a pisar la Luna en el programa Apolo. Ese lugar se llama Askja, o "Caldera" en Islandés. Se trata de un área volcánica que se encuentra a 1.516 metros de altura, a 65º01' Norte, 16º45' Oeste. Sólamente puede llegarse a la zona en la parte más calurosa del año, normalmente durante 2 ó 3 meses al año. A pesar de ello, esos breves intervalos han sido suficiente para que se convierta en algo así como un destino turístico para los amantes de lo remoto, aunque para alcanzarlo hay que atravesar 100 km de carretera sin pavimentar, y una caminata de casi 3 km desde la última zona accesible con coche.


Askja es en realidad un conjunto de calderas anidadas dentro de las montañas Dyngjufjöll. En Askja se encuentran dos lagos con cualidades curiosas. Por un lado, Öskjuvatn es el lago más profundo de Islandia, alcanzando una profundidad de 22o metros. Su superficie helada es de 12 km², llenando la extensión de la caldera más pequeña que se formó en una erupción que tuvo lugar en 1875.

No lejos se encuentra Vití, un cráter de aproximadamente 100 metros de diámetro formado en la misma erupción, que contiene un lago de agua azulada, sulfurosa, caliente, en la que puede nadarse cómodamente como en una sopa espesa y primigenia, entre formaciones de lava que toman formas que desafían la imaginación. En ocasiones se da el caso de que nieva: es digno de ver la furia de la ventisca ceder ante el poder de las temperaturas templadas, fundiendo los copos de nieve a pocos centímetros de la superficie del lago, a 40º C mientras todo alrededor se congela. Así no es difícil imaginar el principio del mundo, la batalla entre el hielo y el fuego, que es el alma de la propia Islandia.


La violencia de la erupción de 1875 es difícil de imaginar, mucho menos cuando se comprueba que se originó en un área poco mayor que un estadio de deportes. Sin embargo, provocó la primera oleada de emigración islandesa hacia América. El terrorífico espectáculo de la erupción habría sido pavoroso y alucinante, si alguien lo hubiera podido presenciar sin desaparecer abrasado y sepultado por el material volcánico expelido. Las cenizas volcánicas alcanzaron Noruega el 29 de Marzo, lunes de Pascua ("Anoche, entra las ocho y las diez, cayó arena grisácea, fina, con la lluvia, formando una capa de varios milímetros de espesor que se adhirió a los paños de las ventanas y los muros de la casa", anotó el farero de la isla de Ona). Poco después llegaron a Suecia, Letonia, incluso a San Petersburgo y Moscú. Las patatas irlandesas, esa primavera, cayeron enfermas, provocando una nueva crisis alimenticia que recordó a la reciente de 1840. El nombre de Vití, "Infierno", se lo pusieron los propios islandeses a este cráter que aún hoy día (la última erupción fue en 1961) permanece como una puerta al Otro Mundo.


martes, julio 01, 2008

Alfabeto de la Ciudad de los Dioses

Hace más o menos un mes, ojeaba una gramática de la lengua Sánscrita durante la hora de la siesta.

Leía la sucesión de compiladores de las normas que rigen esta antigua lengua, y mi mente somnolienta se relajaba imaginando a sabios de piel color ceniza y barbas como alambres requemados, esforzándose en recordar cada una de las leyes que se aplican a las palabras de la lengua sagrada.

Llega un momento en la mente del filólogo aficionado en la que empiezan a producirse ciertas asociaciones, conexiones, que se dan de forma inevitable debido a las comparaciones que se realizan habitualmente. Esas conexiones se producen tanto de modo consciente como inconsciente. Las conscientes forman parte de las herramientas de estudio de estructura y evolución de los idiomas, y se aprenden en gramáticas y análisis. Las inconscientes se deben a los mecanismos que la propia máquina lingüística del cerebro tiene en marcha de manera continua.

Así, leyendo la introducción al alfabeto devanāgarī, que es el que se usa actualmente para la escritura de la lengua Sánscrita, me quedé sospechando acerca de esa bella palabra y en sus posibles raíces. La lengua Sánscrita no es tan lejana lingüísticamente a nuestros idiomas europeos. No en vano, gracias a su estudio se comenzó a sospechar de un parentesco entre idiomas que aparentemente no tenían nada en común: algunas de las lenguas de la India y las de Europa. Los primeros en señalar los puntos comunes entre estas familias de idiomas fueron Thomas Stephens, misionero jesuita y Filippo Sasseti, mercader florentino, por allá el siglo XVI. La primera hipótesis académica, sin embargo, la hizo el lingüista Marcus Zuerius van Boxhorn en 1647 y el estudio formal de las lenguas Indoeuropeas no se establece como una disciplina académica hasta la aparición en 1833 de las primeras partes de la Comparative Grammar de Franz Bopp. Así pues, uno puede dejar volar la imaginación un poco más que con otras lenguas cuando se encuentra con términos Sánscritos, con cierta esperanza de no extraviarse, aunque siempre es peligroso aventurarse demasiado en las hipótesis filológicas.

El Sánscrito es una lengua clásica en la India, como puede serlo el Latín o el Griego para nosotros. Y como el Latín dentro de la Iglesia Cristiana, el Sánscrito es una lengua litúrgica, en este caso del Hinduismo y otras religiones de la India. Es a pesar de todo ello una lengua reconocida como oficial en la India (de entre los 23 idiomas que han alcanzado ese status en esa tierra, la India, que es a la vez un paraíso y un infierno para el lingüista).

Viajando hacia el pasado, encontramos dos etapas del Sánscrito: Clásico y Védico. El Sánscrito Clásico es el que se encuentra en la gramática de Panini, compuesta en el siglo IV a.C., y famosa por su estilo riguroso y conciso; prodigio de rigor y de concisión, de hecho: riguroso hasta el extremo de consignar reglas que sólo sirven para una palabra, concisa hasta el extremo de resumir muchas de esas reglas, a veces laberínticas, en una sóla breve frase.

El Sánscrito Védico es la etapa anterior al Sánscrito Clásico. Sus más antiguos restos podrían considerarse una etapa separad, que podríamos llamar Sánscrito Arcaico: es el Sánscrito del Rig Veda, que se retrae hasta el año 1500 a.C. El Rig Veda es el más antiguode los textos indoiranios, una reliquia de una época en que la religión védica aún no estaba diferenciada plenamente del zoroastrismo: vedismo y zoroastrismo eran quizá ramas separadas de un tronco común en el que pueden leerse los dibujos de lo que debió ser una de las creencias centrales de los pueblos indoiranios. El Rig Veda, compuesto entre el 1700 a.C. y el 1100 a.C., es el único ejemplo en todo el planeta de una literatura de la Edad de Bronce que se conserva.

El Sánscrito se ha escrito a lo largo de la historia empleando muy diversos alfabetos. Desde el siglo XII de nuestra era, más o menos, el alfabeto devanāgarī desplaza al anterior gupta, el sharada y el siddham. Como muchos otros alfabetos de la región, desciende del brahmi, el alfabeto de los Brahmanes, la casta de los sacerdotes, los sabios. El brahmi tuvo una descendencia abundantísima: además del sharada y el devanāgarī, hay unos 40 alfabetos de uso común y actual en la India que descienden de él. Aparece el brahmi, padre de todos estos alfabetos, en la India antes del año 500 a.C. Se cree que fue derivado del alfabeto arameo o fenicio; otra teoría lo deriva de la escritura del Indo, también llamada de Harappa, que fue usada en el valle del Indo hasta aproximadamente el 2000 a.C. Las inscripciones más antiguas que se conservan en el alfabeto brahmi son las del rey Asoka (c.270 - 232 a.C), de la dinastía Mauryan.

Devanāgarī fue precisamente la palabra con la que inicié esta entrada. Enseguida, tras leerla, hice dos conexiones: deva, gari. Deva estaba bastante clara en mi mente: emparentada con nuestra palabra "divino". La misma raíz que deva tienen el Latín deus y divus, el Lituano Dievas y el Germánico Tiwaz, y todas se originan de una forma Protoindoeuropea *deiwos: "celestial" o "brillante", puesto que los pueblos indoeuropeos identificaban ambos conceptos. El verbo del que se deriva es *diw, que es la acción de "brillar", especialmente la luz del día.

Gari es una de esas palabras de las que no parece fácil extraer el significado, pero no sé por qué razón pensé en gards, la palabra Gótica para "casa", "residencia" y también "corte" (en Inglés Antiguo existe geard y en Antiguo Alto Alemán, gart; en Antiguo Frisio garda, con el significado de "jardín", y en Antiguo Nórdico, garðr, "lugar cerrado", "jardín"). Lo cierto es que gards y todos sus primos cercanos (debería decir cognatos, que es la palabra técnica) descienden del Protogermánico *garda, que aglutina los significados de "lugar cerrado" que a su vez se relacionan con "casa", "hogar" y conceptos afines (entre los que está el "jardín" entendido como aledaño del hogar: compárese con el Inglés yard, que conserva ese significado). A su vez, *garda desciende del Protoindoeuropeo *gharto-, que deriva de *gher-, verbo que tiene el significado de "encerrar", "englobar", "agarrar", etcétera.

Sin ir más lejos, la raíz *gher- es la raíz de la que parte el Latín hortus (y de ahí nuestro huerto), el Antiguo Inglés gyrdan ("rodear"), Frigio gordum ("ciudad"), Antiguo Irlandés gort ("campo"), Bretón garz ("área cerrada", "jardín"), Griego khortos ("pasto"), y, precisamente, Sánscrito ghra ("casa").

Ahora bien, el nāgarī de Devanāgarī es la forma femenina de nāgara, "urbano", un adjetivo derivado de nagara ("ciudad"). Que nāgarī sea femenino no es casual: se debe a que originalmente acompañaba al sustantivo femenino lipi, que significa "alfabeto": nāgarī lipi era "el alfabeto de la ciudad". Así se llamaba este alfabeto, hasta que el uso hizo que se perdiera la palbra lipi y se hiciera referencia al mismo simplemente llamándolo nāgarī . El "alfabeto de la ciudad" resaltaba el hecho de que era el alfabeto de "los cultos", "los refinados" o "educados". Pero surgieron pronto distintas formas de este alfabeto de "los cultos". A esta forma en concreto se le distinguió agregándole "Deva", para así formar el compuesto Devanāgarī: "el (alfabeto) urbano de los Dioses" o "el (alfabeto) urbano divino". Sin embargo, este término se traduce a veces como "(alfabeto) de la ciudad de los Dioses". No hay tal posibilidad. Sí puede entenderse como "(alfabeto) urbano perfeccionado".

Durante la época colonial, prácticamente toda la publicación de textos sagrados se hizo usando el alfabeto devanāgarī. Esto ha llevado a la identificación en la práctica entre el idioma y el alfabeto, y aunque no hay ninguna ley, norma o precepto que recomiende este alfabeto en particular, se ha propagado sin igual, de manera que hoy día es el alfabeto más común para escribir la lengua Sánscrita.

lunes, junio 16, 2008

La Lingua Ignota de Hildegard Von Bingen

Hildegard Von Bingen fue una mujer del Renacimiento mucho antes del Renacimiento. Nacida en el año 1098, ejerció a lo largo de su vida de abadesa, escritora, consejera, lingüista, naturalista, filósofa, médica, herbalista, poeta, visionaria y compositora.

Muchos conoceréis a Hildegard Von Bingen por vuestras lecturas o vuestra música favorita. De hecho, Garmarna, el excelente grupo sueco de folk, publicaron un trabajo con su nombre en el 2001, con composiciones basadas en las originales de Hildegard.

Hildegard Von Bingen fue una mujer notable y seguramente volveremos a hablar de ella en alguna ocasión, pero hoy quisiera hablar de su labor como lingüista, sus visiones y su amor por la música, esferas de su vida que se combinaron en lo que ella misma denominó como Lingua Ignota.

Del amor por la música de Hildegard no hay duda que disipar. Además de sus brillantes y numerosas composiciones, resplandece en la historia de la música su Ordo Virtutem, un auto sacramental musicalizado que es considerado el germen del género operístico. En su Epístola XXIII defiende la música desde un punto de vista teológico; esta Epístola surge como defensa ante un castigo de la Sente Sede. Murió un hombre excomulgado; esta condición le negaba el ser enterrado en suelo santo, a lo que Hildegard se opuso, aduciendo que el finado se había reconciliado con la Iglesia antes de morir. La Santa Sede condenó al monasterio a que ninguna música, desde campanas a cancioncillas tarareadas, sonasen en él; crudelísimo castigo para un alma que vivía en la música. Finalmente, se reconoció gracias a otros testigos la versión de Hildegard. La pena se levantó. Queda la Epístola como mesurado remolino de furia y claridad.

Cerca del cambio de siglo, Hildegard produjo su Lingua Ignota ("Lengua Desconocida" en Latín), un idioma inventado por ella, una de los primeros lenguajes artificiales, por tanto. La descripción del idioma, que básicamente consiste en la enumeración de 1011 palabras que ella compiló en la obra Lingua Ignota per simplicem hominem Hildegardem prolata, (la referencia a que la obra va dirigida al hombre sencillo no debe tomarse como una arrogancia; el significado de simple o sencillo en la Edad Media no tenía connotaciones negativas) puede comprobarse en el Códice Wiesbaden (y también en un manuscrito berlinés).

La Lingua Ignota es básicamente un Latín al que se le ha sustituido el vocabulario por uno propio que diseñó Hildegard. La lengua tiene su propio alfabeto, las letterae ignotae o "letras desconocidas" (ver imagen de la izquierda). Con qué intención o persiguiendo qué meta se creó esta lengua, no se conoce a ciencia cierta. En el siglo XIX se pensó que sus motivos eran la creación de una lengua perfecta, capaz de servir de vehículo a todas las gentes y pueblos. Más tarde, se convino que se trataba de una suerte de lenguaje personal. De tal modo las teorías, muchas veces, se avienen al sentir general de una época. Es plausible que, del mismo modo que su música inaudita, la invención de la lengua le llegara a través de la inspiración de la que ella misma hablaba con prudencia y humildad (hasta 1141, año en que finalmente interpretó que sus visiones debían ser hechas públicas y comenzó el Scivias ("Conoce los caminos"), completado 10 años después, decidió no contárselas más que a su tutora Jutta von Sponheim quien a su vez se lo comunicaba al otro tutor de Hildegard, Volmar). Inspiración divina o deseo de tener un lenguaje capaz de expresar los matices que ella encontraba en la música, en sus visiones o en su propia vida. Matices que lenguas sin embargo nobles, poderosas y elevadas como el Latín no eran capaces de pintar y describir.

Sin saber si alguien se interesaba realmente por esta invención, de lo que hay pruebas es de que otros en el entorno cercano de Hildegard conocían la existencia de esta lengua, y no veían nada que no fuera encomiable en ella. Así, su tutor Volmar, en una carta le escribe ubi tunc vox inauditae melodiae? et vox inauditae linguae? Es decir: "¿dónde, entonces, están las melodías nunca oídas? ¿Y dónde la voz de las lenguas nunca oídas?".

El glosario de la Lingua Ignota está compuesto en jerarquía. Primero se describen las palabras para Dios (aigonz) y los ángeles (aieganz), y otras palabras acerca de lo divino; posteriormente se describen las palabras para el mundo de los hombres (jur es hombre, vanix mujer), las relaciones familiares, las partes del cuerpo, enfermedades, profesiones sacras y seglares, las profesiones y artes, los días, los meses, las plantas, enseres y algunos pájaros e insectos. No hay descripción de los mamíferos, salvo el murciélago (ualueria), que en la órbita del pensamiento medieval se considera un pájaro, así como el grifo (argumzio). Gramaticalmente, en el vocabulario hay prueba de composición y derivación por sufijos (peueriz "padre", peuearrez "patriarca")

Como para confirmar lo íntimo de esta maravillosa perla lingüística, sólo se conserva un texto en el que aparece empleada la Lingua Ignota. En él se entrelazan algunas palabras en esta lengua dentro de un marco en Latín. Sólo una de ellas (loifol, "pueblo") aparece en el glosario; por tanto, el párrafo está abierto a nuestra imaginación:

O orzchis Ecclesia, armis divinis praecincta, et hyacinto ornata, tu es caldemia stigmatum loifolum et urbs scienciarum. O, o tu es etiam crizanta in alto sono, et es chorzta gemma.

¿Cómo llegar al sentido de esta frase? Podemos adentrarnos en ese mundo de resonancias místicas traduciendo del Latín, dejando las palabras en Lingua Ignota sin hacer más referencia que al caso en que aparecen declinadas:

Oh, orzchis Iglesia, ceñida con las armas divinas y adornada con jacinto, eres la caldemia de las heridas del loifol, y la ciudad de las ciencias. Oh, oh, tú eres la crizanta en altos sones, y la chorzta joya.

Barbara Newman, en su libro Sister of Wisdom: St. Hildegard's Theology of the Feminine (Berkeley, University of California Press, 1987) aventura que orzchis es "ilimitada", caldemia "fragancia", crizanta "ungida" y chorzta "resplandeciente". Es ésta una posibilidad no descabellada, aunque para mi caldemia me inspira más un bálsamo, o algo que cura y alivia (ya que se habla de heridas en el texto).

Posibilidades, al fin y al cabo, y palabras en las que cada uno encontrará un sentido y un significado. Quizá lo más evocador de estas líneas y estos sonidos sean precisamente que nos son desconocidos. Puede que lo más avisado sea no procurar una tradución de la Lingua Ignota a nuestras lenguas modernas, ni a ninguna lengua, sino sólamente dejarse llevar, iluminar por esas sonoridades y captar el momentáneo resplandor de una inspiración, de una asociación que no acertamos a expresar; no es imposible que ése sea el fin último, divino o humano, de esta Lengua Desconocida.

miércoles, mayo 28, 2008

El Botón Rojo del Fin del Mundo (I)

A estas alturas, imagino que soy el último que se pone a hablar del Botón Rojo del Fin del Mundo... pero es un tema del que quiero hablar por varias razones. Por un lado, la física de partículas es interesante. Por otro lado, los aceleradores de partículas son unos de los ingenios más impresionantes que el ser humano ha construído. Y por último, no deja de sorprenderme que sigan surgiendo alarmismos, muchas veces amparados por medios de comunicación que suponemos serios.


¿Qué es el Botón Rojo del Fin del Mundo?

Es una forma de hablar, entre jocosa y paranoica, para referirse a la próxima puesta en marcha del LHC.

¿Qué es el LHC?

LHC son las siglas de Large Hadron Collider, es decir, Gran Colisionador de Hadrones. Se trata de un acelerador de partículas. Un acelerador de partículas es, en pocas palabras, un dispositivo que se usa para hacer que partículas subatómicas alcancen velocidades muy altas (y por tanto, energías muy altas) para hacerlas chocar con otras partículas.

¿Cómo funciona un acelerador de partículas?

Simplificando mucho, los aceleradores de partículas funcionan con imanes. Las partículas que se quieren acelerar tienen una pequeña carga eléctrica. Supongamos que cogemos un protón: tiene una pequeña carga positiva. Si ponemos el polo positivo de un imán cerca del protón, la partícula será repelida por el campo: es como si la empujásemos. Imaginemos que ponemos allá hacia donde es empujada la partícula un polo negativo de otro imán: el pequeño protón se sentirá atraído por ese polo y su velocidad aumentará. Pero cuando se ha movido hacia ese polo negativo, lo quitamos rápidamente y le ponemos detrás a la partícula otro polo positivo... con lo cual volverá a ser repelida y aumentará su velocidad... El efecto es el de estar empujando la partícula mediante imanes. Sólo que en el acelerador de partículas, los imanes son electroimanes que se encuentran fijos, y que van cambiando de polaridad según se acerca o se aleja la partícula, siempre de modo que la partícula va cogiendo más y más velocidad. Para una descripción más detallada, te recomiendo que mires aquí.

¿Para qué quieres hacer chocar partículas a alta energía?

Todos sabemos que a veces la única forma de aprender cómo funciona algo es desmontándolo. Hablando en sentido figurado, al hacer colisionar partículas subatómicas a gran velocidad, lo que hacemos es desmontar la materia para ver cómo funciona. De las consecuencias del choque se obtienen pruebas que nos dicen si las teorías científicas que se aceptan hoy día tienen razón o están equivocadas.

¿Qué es un hadrón, de todos modos?

Hadrón es una palabra que se usa para referirse a un conjunto determinado de partículas subatómicas. En concreto, un hadrón es cualquier partícula sometida a la interacción nuclear fuerte. En el universo hay cuatro fuerzas que son las responsables de todas las relaciones entre partículas. Son la fuerza de la gravedad, la fuerza electromagnética, y dos fuerzas exóticas que sólo se manifiestan a escalas muy pequeñas y que se han denominado interacción nuclear débil e interacción nuclear fuerte. Si una partícula experimenta la interacción nuclear fuerte, es un hadrón. Los hadrones componen la mayoría de la materia que conocemos. Por ejemplo, los protones y los neutrones que hay en los átomos son ejemplos de hadrones. Los hadrones se consideran formados por quarks.

¿Y qué es un quark, ahora que lo mencionas?

Hoy por hoy, es el componente más pequeño de la materia que se ha podido encontrar, junto a los leptones. Leptones y quarks son los ladrillos con los que está hecha la materia. Sin embargo, aunque son la partícula más pequeña que se puede encontrar en la naturaleza, eso no significa que te puedas encontrar por ahí un quark solitario, aislado... hoy por hoy, los quarks no existen de manera aislada. Siempre están unidos a otros quarks formando partículas mayores.

¿Por qué dices "hoy por hoy"?

La historia de la física de partículas subatómicas es una historia de creer que se ha encontrado la "partícula fundamental" o partícula más pequeña, para después comprobar que a su vez esa partícula está compuesta de otras más pequeñas. Bien podría suceder lo mismo con los quarks, aunque sinceramente, parece que esta vez no es así y nos encontramos realmente ante una partícula indivisible.

¿Para qué sirve el LHC?

Los experimentos que se realizarán en el LHC nos ayudarán a entender mejor cómo es y cómo funciona el universo en el que vivimos. Nos dirá cómo de encaminadas van nuestras teorías sobre el universo: si hemos acertado o hemos errado mucho. Sus resultados nos ayudarán a subir unos cuantos escalones hacia un sueño que la ciencia acaricia desde hace tiempo: una teoría que explique todas las interacciones entre partículas (ahora mismo no existe una teoría tal y las que hay tienen sus huecos). En última instancia, nos harán comprender mejor qué es la realidad, así que hasta se puede decir que tendrá su influencia sobre la filosofía.

¿Cuándo lo pondrán en marcha?

La puesta en marcha del LHC está prevista para mediados de Junio de este año. Las primeras colisiones tendrán lugar dos meses después, es decir, para mediados de Agosto.


¿Por qué se relaciona el LHC con el fin del mundo?

Cualquier acelerador de partículas maneja una cantidad ingente de energía en su funcionamiento normal. Cuando el LHC esté encendido, la energía total almacenada en sus imanes será de 10 gigajulios. Cada uno de los rayos que recorra el acelerador con el fin de colisionar entre sí llevará una energía de 362 megajulios, que equivale a la energía que tendría un Audi A4 si fuéramos capaces de ponerlo a 2.560 kilómetros por hora. Si se piensa que la partícula que llevará esa energía tiene una masa de 1,15 milmillonésimas de gramo, nos podemos hacer una idea de lo que supone para la partícula.

Esta inmensa energía puede producir explosiones catastróficas en caso de que hubiera una fuga, similares a las que causaría la caída de una bomba convencional usada en bombardeos aéreos. Pero a lo que se hace referencia realmente cuando se habla del "fin del mundo" es a ciertos resultados exóticos que podrían aparecer (teóricamente) debido a estas colisiones a energías nunca antes alcanzadas. Hablaré de estos resultados exóticos en la próxima entrada.

(Continuará...)

domingo, mayo 04, 2008

A un Ruiseñor

En una conversación con Carlos ha surgido la palabra inglesa nightingale, es decir, la palabra para ruiseñor.

Nightingale se decía en Inglés Medio nightyngale. Hay ahí en medio, entre nighty y gale una curiosa n que aparece después de la segunda mitad del siglo XIII. Digo que aparece porque antes de esa época la palabra era nightegale. Esa nasalización puede deberse a la asimilación con un gerundio, es decir, con la terminación -ing que todos conocemos, o no tener nada que ver con ello. Si nos remontamos más hacia el pasado, la forma en Inglés Antiguo era nihtegale. La primera parte de la palabra, nihte, proviene de "noche" en esa lengua: niht (aunque neaht en el dialecto Sajón Occidental, næht, y también nehtde en Ánglico). Nihte sería Genitivo Singular: "de la noche". La segunda parte de la palabra está relacionada con galan, "cantar", aunque este verbo puede significar desde "gritar" a "lanzar encantamientos". En las lenguas antiguas había que tener cuidado con lo que se decía o gritaba: el verso, la enumeración, la repetición, la misma palabra tenían un poder que convenía recordar y respetar. De la misma raíz, galdor o gaeldor significaba "conjuro", y galdere era el hechicero, el encantador, el adivino, o el que decía la fortuna.

Como existen palabras muy parecidas en otras lenguas Germánicas para éste ave, como Alemán (Nachtigall), Holandés (nachtegaal), Noruego (sørnattergal), Sueco (Sydnäktergal), se puede deducir que la palabra no se formó en la época del Inglés Antiguo, sino que es aún anterior, y de hecho, parece ser una palabra formada ya en la época en la que las distintas lenguas Germánicas no se habían diferenciado aún.

Es posible que este nombre del pájaro provenga de su costumbre a cantar en horas nocturnas (más bien, en las primeras horas de la noche, aunque también lo hace durante el día, por supuesto). Ésta puede ser una buena teoría para el nombre del ave, al menos en lo que concierne a las lenguas Germánicas.

En Español, la palabra ruiseñor viene del Latín luscinia, aunque a primera vista no lo parezca. Luscinia es palabra femenina. También existía el masculino luscinius, aunque por lo que he leído, la forma femenina era anterior. Ruiseñor, en español, tendría su origen más exactamente en la forma diminutiva lusciniolus, y fijándose bien, ya está ahí el germen de ruiseñor, con un par de cambios fonéticos y asimilaciones. Pareja evolución desde este diminutivo se ha dado en otras lenguas Romances: Italiano usignolo, Portugués rouxinol, Occitano rossinhòl, Catalán rossinyol. La palabra Francesa rossignol no puede incluirse rigurosamente en esta lista ya que deriva a su vez del Provenzal Antiguo (dialecto del Occitano Antiguo) rosinhol. En Francés Antiguo era losseignol, que como se ve conserva la l inicial. La l inicial latina suele conservarse en las lenguas Romances; así pues explicar la r inicial en las palabras Española, Portuguesa, Occitana y Catalana no es fácil. Es cierto que en Catalán y en algunos dialectos Españoles, la l inical latina se palataliza en ll. De ahí quizá se paso a r; no es improbable. El resto probablemente lo hizo la asimilación a la palabra roge en Occitano o roig en Catalán ("rojo") o al nombre propio Ruy en Español, mientras que también es probable que la terminación -señor sea una asimilación a esa misma palabra por parte de los hablantes (la evolución esperada del Latín al Español hubiera sido -siñolo). Por completar el listado de formas Romances, en Rumano, curiosamente, éste ave recibe el nombre de privighetoare, es decir, "vigilante". Es nombre femenino en esta lengua.

Pero si volvemos al origen primero de la forma latina, encontramos incertidumbre entre los estudiosos. Todos los análisis, sin embargo, o casi todos, están de acuerdo en el origen de la parte última de la palabra: cinia está relacionado sin duda con cano, "cantar". Es la parte inicial la que causa problemas. Una etimología propuesta hace partir luscinia de una forma anterior cluscinia que habría perdido la c inicial. Esta cluscinia estaría formada por raíces del verbo clueo, "poseer fama" (relacionado con el Griego kluo, con el mismo significado, y el Sánscrito cru, "oír"; clueo tiene incluso el mismo origen que gloria, palabra Latina que pasó sin variación al Español). Sería por tanto algo así como "gloriosa cantora" o "famosa cantora".

Hay otros orígenes propuestos: lus- puede ser un apócope lugs- que a su vez vendría de luges-, "pena". Sería una "cantora de la pena, de los lamentos". No es tontería. Existe el mito de Filomela, Progne y Tereo. Filomela es convertida por los dioses en ruiseñor. Varios autores griegos califican al ruiseñor de ave triste, ligeia, por ejemplo Esquilo en Agamenón y Sófocles en Edipo en Colono. De la asimilación de esta palabra al Latín y el recuerdo del mito surgiría lugescinia, luego lugscinia, luego luscinia. Otra etimología relaciona lus- con luxus, "dislocado", en referencia al canto intrincado del ruiseñor, al que el mismo Plinio menciona en su Historia Natural.

Sin embargo, la etimología que tiene más fuerza es la que relaciona lus- precisamente con lux, "luz". Pero la raíz de lux es luc- (Genitivo lucis) no lus-. ¿Indicaría algo esa forma lus-? Efectivamente. Esa forma lus- puede ponerse en relación con una forma diminutiva: una luz atenuada, una luz disminuida, precisamente la del alba o la del crepúsculo. Ciertamente, aunque esta propuesta sea la correcta, no hay base que yo conozca para elegir el crepúsculo frente al alba. Sin embargo, dado que como se ha dicho antes, el ruiseñor en efecto tiene la costumbre de cantar a primeras horas de la noche, y siendo éste un hecho que le distingue frente a otros pájaros, es más que probable que de ser ésta etimología la verdadera, el término lus- hiciera referencia más bien al crepúsculo que al alba. Si esto fuera así, la bella imagen del ruiseñor como "cantor del crepúsculo" sería común tanto a las lenguas Pregermánicas como al Latín, lo que nos sugiere (aunque se requeriría más contraste y estudio para afirmarlo, ya que por ejemplo en Griego Antiguo es aêdôn,"la cantora") que quizá el concepto, si no la palabra existiera como tal entre los pueblos Indoeuropeos.

En la cultura popular, el ruiseñor anuncia la primavera y es considerado el pájaro del mes de mayo. También es símbolo del amor. En Persia siempre tuvo un papel destacado en el arte y la literatura, hasta el punto de que es considerado el pájaro nacional de Irán. Ha servido incontables veces de inspiración para todo tipo de composiciones. Yo recuerdo en concreto la Ode to a Nightingale de Keats, y sé que Coleridge también le dedicó unos versos. Pero para despedirme elijo dejaros con el soneto que compuso Espronceda, "A un Ruiseñor":

Canta en la noche, canta en la mañana,
ruiseñor, en el bosque tus amores;
canta, que llorará cuando tú llores
el alba perlas en la flor temprana.

Teñido el cielo de amaranta y grana,
la brisa de la tarde entre las flores
suspirará también a los rigores
de tu amor triste y tu esperanza vana.

Y en la noche serena, al puro rayo
de la callada luna, tus cantares
los ecos sonarán del bosque umbrío.

Y vertiendo dulcísimo desmayo,
cual bálsamo süave en mis pesares,
endulzará tu acento el labio mío.

lunes, abril 28, 2008

Té Pu-erh con leche

El Té Pu-Erh es el que llaman Té Rojo. En todas las cajas de Té Rojo siempre te hablarán de su sabor terroso. Y es cierto: El Té Rojo sabe a tierra, y es un sabor maravilloso. También te hablarán de que ayuda a desengrasar: que activa el metabolismo de las grasas, si el término es biológicamente correcto. También parece que baja el colesterol. Pero a mi eso no me importa tanto.



Lo que me gusta es que el Té Rojo sabe a tierra. Se me ocurre ahora que es lo más cerca que podemos estar de sentir el sabor de la tierra (sin tener que meternos terrones de barro en la boca, que al ser humano aprovecha poco). Es por tanto una fantasía de sentir lo que saborean las plantas y los poderosos Þiudos. La cajita de cartón afirma orgullosa que el Té Rojo que me estoy tomando está elaborado mediante un proceso de fermentación de las hojas en barricas de roble durante 50 años. ¿Me lo creeré? No; pero lo importante es ese curioso sabor que me recuerda a la tierra, el mismo aroma que sentimos Eylo y yo cuando cambiamos las macetas, trasplantamos o me dice "esta planta necesita más agujeros en su maceta, no respira bien y la tierra está demasiado húmeda"; y tiene razón. El mismo aroma que sentíamos cuando llovía, y que ahora todavía se siente aunque empieza a olerse teñido de los amenazadores compuestos químicos que el hombre ha domado y que componen la felicidad de nuestros tiempos corrientes.

El Té Rojo con leche tiene un sorprendente tono rosa. Recuerdo que ya lo he probado, hace mucho tiempo, pero era un té no muy común aquí, aunque ahora se puede conseguir en el supermercado, en las bolsitas cómodas que definitivamente son uno de los mejores inventos de la humanidad. Me gusta de siempre el té, aunque soy perezoso para prepararlo. Unos chinos me han regalado varias veces en el pasado Té Verde, Lù Chá. Es quizá mi favorito, por encima del Té Rojo, sin duda. Es aromático, floral. Antes de prepararlo tiene el aspecto de arrugadas bolitas fibrosas. Y es que al fin y al cabo se trata de hojas de té, enrolladas, trituradas y secas. Al prepararse en agua, las hojas se despliegan formando un bellísimo efecto que se une a su profundo y delicado aroma de flor.

Realmente estoy simplificando en demasía, ya que tanto dentro del Té Rojo y del Té Verde (y como se puede adivinar, de cualquier té), existen multitud de variedades y clasificaciones. Pero disculpadme si confieso que no me apetece, en este crepúsculo que va cayendo alrededor mío, extenderme sobre esas variedades infinitas. Será el Té Rojo que estimula mi alma arbórea y me invita a simplemente disfrutar de los últimos rayos de luz, que se van...

miércoles, abril 23, 2008

Faginoþ Fugls


Hace unos días Morrigan publicó un bonito poema en Alemán, titulado "Leben".
El poema me gustó; no entiendo mucho el Alemán, aunque es una lengua que me interesa mucho. La he estudiado parcialmente, por temporadas, pero sin constancia, salvo algún curso que me permite entenderme lo básico con alguien que hable el idioma. El poema, al igual que el de Erich Fried (a quien no conocía), me ha resultado agradable. Para mi la poesía en Alemán tiene un deje enigmático y solemne que me afila mis colmillos filológicos y me hace arrepentirme de no haber estudiado la lengua más en profundidad. Esta tiene el valor de haberse compuesto en un tiempo límite, circunscrito a una clase que adivino de duración de una hora o dos a lo sumo.

El ejercicio que describe Morrigan tuvo un imprevisto efecto secundario: me hizo pensar en componer yo otro poema, con el reto de intentar hacerlo en un viaje de tren hasta el trabajo. Solo que no sabiendo yo Alemán suficiente, me propuse hacerlo en Gótico, del que tampoco soy experto ni mucho menos, pero en el cual me empiezo a sentir algo cómodo, por así decirlo. Además, el reto era componer verso aliterativo, es decir, algo que pudiera sonar remotamente plausible como versificación Gótica. Como ésto es mucho para mi, que soy un estudiante amateur y muy malo, me dije que con 4 líneas sería bastante.

El verso germánico antiguo era aliterativo: no rimaba como la poesía a la que estamos acostumbrados, sino que más bien basaba el ritmo en la repetición de sonidos en las sílabas tónicas, que solían caer en la posición inicial de las palabras. Cada línea de verso está compuesta de dos medias líneas o hemistiquios separados por una cesura. Cada hemistiquio tiene típicamente dos sílabas tónicas. El sonido de la primera sílaba tónica del segundo hemistiquio es el que fija la aliteración de la línea. Este mismo sonido aparecerá por tanto en el primer hemistiquio: en algunas lenguas, se repetirá en dos sílabas tónicas del primer hemistiquio, en otras sólo en una. Pero no se repetirá jamás el sonido de la segunda sílaba tónica del segundo hemistiquio en las sílabas tónicas del primero. Este simple esquema, que he explicado terriblemente mal, es la base de toda la poesía germánica antigua: Antiguo Inglés, Antiguo Nórdico, Antiguo Alto Alemán, ... cada una con sus peculiaridades.

Por ejemplo, si cogemos las líneas 58-59 del Beowulf,

gamol ond guðreouw, - glæde Scyldingas.
ðæm feower bearn - forð gerimed


donde se ha separado cada línea en sus hemistiquios y he señalado en negrita las sílabas tónicas, vemos que en el segundo hemistiquio de la primera línea, el sonido inicial de la primera sílaba tónica (glæ), "g", se repite en las dos sílabas tónicas del primer hemistiquio. Sin embargo, en la segunda línea, el sonido que alitera ("f"), marcado por forð, sólo se repite en la primera sílaba tónica.

Volviendo a la historia del poema, confieso que al final no fui capaz de componer el poema en un sólo viaje; necesité dos para terminarlo, y otro más para terminar de afinarlo; tampoco es que me queje, dado que cada viaje es de más o menos media hora contando alguna espera en el andén. Así que puedo decir que estoy contento de haberlo conseguido. La verdad es que me obcequé un tanto y decidí ver si lograba hacer que todos los versos aliterasen entre sí, es decir, que tuvieran el mismo sonido en todas las sílabas que aliterasen, algo que no es necesario en el verso germánico antiguo. Al azar elegí como sonido a aliterar la "f". El resultado (en el sistema de transcripción clásico usado por Wright, por ejemplo) es el siguiente:


faheþs faírhváus faúratani hulþ

faginoþ fugls freis þliugands

fullhsni fulleidis findam in haírtin is

fon friaþwos fodjiþ þlaúh is

He preparado una transcripción fonética que nos dice cómo se pronuncia más o menos lo anterior. En la transcripción, el sonido "wh" se pronunciaría como en Inglés (aunque sería más próximo el sonido "hv" del Sueco o Noruego actual), y la "h" y "j" se pronunciarían más o menos como en Alemán moderno.
Precisamente quien sepa Alemán podrá coger algo (o más bien mucho) del sentido del poema. He marcado también los acentos porque es algo importante, como he comentado antes:

fáheths férwhaus fóratani hulth
fáginoth fugls fris thliúgands
fúlhsni fúl-lidis fíndam in hértin is
fon friáthwos fódjith thloh is

La traducción sería más o menos la siguiente:

"Alegría de la naturaleza, graciosa maravilla,
el pájaro se regocija, volando libre;
en su corazón encontramos el secreto de su completitud:
el fuego del amor alimenta su vuelo".

La foto de arriba es un ensayo de mi versión particular de lo que sería la caligrafía clásica del gótico pasada a cursiva; hace muchos años ya (pues os diré: 18... ¡ostras!) se me ocurrió inventar un rúnico cursivo (¡aberración!), que de vez en cuando he usado, y hoy sin darme cuenta he empezado a copiar las efes y erres en ese sistema,... tras lo cual me he lanzado a completar mi gótico cursivo particular, que sería lo que estáis viendo arriba.

En fin, esa es la historia de este pequeño poema aliterativo, que pretende sonar como podría haber sonado la poesía de los Godos... y si os animáis a cantarlo en voz alta, pensad que el mundo está oyendo unos sonidos que hace más de 1500 años que dejaron de escucharse (salvo en algún congreso de lingüistas y algún esfuerzo de reconstruccionista, que haberlos los hay).

Salud!

martes, marzo 18, 2008

La otra Norn

¿Qué era el Norn?
Una lengua muerta.

¿Por qué me suena el nombre?
Porque las Nornas (nornir) eran unos entes femeninos de la mitología Nórdica que tenían poder sobre el destino de hombres y otras razas. Digo yo que te sonará de eso.

¿Dónde se hablaba?
En las Islas Shetland y las Islas Orkney, en la costa Norte de Escocia y en el Condado de Caithness, que también está en el Noreste de Escocia.

¿Una lengua muerta? ¿Cuándo murió?
Probablemente se dejó de hablar a finales del siglo XVIII, aunque sobrevivió algún tiempo más en el folklore popular. Tras ser cedidas las islas a Escocia por Noruega en el siglo XV (Orkney en 1468 y Shetland en 1469), el Scots (Escocés, de origen germánico) fue desplazando al Norn.

¿Se sabe quiénes fueron los últimos que podían hablarlo?
Glanville Price, en su "The Languages of Britain" afirma que en 1893 aún había gente que podía "repetir frases en Norn" (probablemente canciones o poemas populares) en las islas Foula y Unst (las más remotas de las Shetland). El último hablante nativo de Norn se llamaba Walter Sutherland y era originario de la isla de Unst. Murió alrededor de 1850.

¿De dónde venía el Norn?
Se trataba de una lengua Germánica, del tronco Nórdico. Es decir, tenía parentesco con el actual Noruego, Sueco, Danés o Islandés.

¿A qué lengua de las que has mencionado se parecería más?
Dentro del tronco Nórdico, el Norn pertenecía al grupo Escandinavo Occidental. Es decir, era de la misma familia que el Noruego, el Islandés y el Faroés. De hecho, es con éste último lenguaje con el que guardaría mayor parecido. Es incluso probable que fueran mutuamente inteligibles.

¿Tenía dialectos el Norn?
Algunos estudiosos piensan que el Norn que se hablaba en Caithless era distinto al de las Islas, y por eso hablan del "Norn de Caithless", pero no hay acuerdo sobre el particular, así que es mejor no hipotetizar sobre dicho dialecto.

¿Qué tenía de peculiar su pronunciación respecto a idiomas de la misma familia?
Comparado con idiomas de la misma familia, las oclusivas sordas /p, t, k/ se habían hecho sonoras en Norn (/b, d, g/). Las fricativas dentales /θ/ y /ð/ entre o delante de vocales se convierten en las oclusivas alveolares /t/ y /d/. En esto se parece a los dialectos del Noruego del suroeste (lo que no debería extrañarnos puesto que geográficamente es la zona que cae más cerca de las islas).

¿Y la gramática?
Por lo que sabemos, era en general muy parecido a otras lenguas de la misma familia. Como el resto de lenguas Germánicas, tenía tres géneros (masculino, femenino y neutro), cuatro casos (nominativo, acusativo, genitivo y dativo) y dos tiempos principales para la conjugación del verbo (presente y pretérito). Con otras lenguas del tronco Nórdico tiene en común sus dos números (singular y plural) y que el artículo definido se forma mediante un sufijo que se pospone al nombre, no mediante una palabra separada que se antepone (como nuestros artículos "la" y "el"). Existen indicios de la existencia de cláusulas sin sujeto, lo que es característico del grupo Escandinavo Occidental.

¿No me cuentas nada más?
Mañana; ahora me voy a dormir.

jueves, marzo 13, 2008

Staírno Afhwapida

Una llama se apagaba hoy,
llama que aguantó mil vientos
Una estrella cayó hoy
y el cielo es más ciego que ayer.

¿Qué tiempo es una vida para conocerse?
Hijos somos todos, ingratos a la fuerza,
ingratos desde el primer día porque
de ese don, ¿quién puede restituir la medida?

Una llama se apagaba hoy,
llama que aguantó mil vientos
Forcemos un pacto que nos traiga
un recuerdo de ese calor,

Hagamos ese pacto furioso
de cantar las canciones
que no pudiste cantar,
de reír con las risas
que no pudiste oír.

Flores sembraste en cuyos ojos
veremos tus ojos
y en cuyas risas
oiremos tu risa.

Ella que te dio la vida
Vuelve a un lugar, quizá
Donde no soplan vientos tan ásperos.

Qué tiempo es una vida para conocerse.
Y quién soy yo para saberlo.
Quién soy yo, que ni siquiera
tengo derecho a llorarte.
Pero duele la madre y duele el amigo.
Qué sé yo, pero he prometido
luchar por esas risas y esos sueños.

lunes, marzo 10, 2008

Cuando Debas

Cuando debas afrontar un reto, cuando debas enfrentarte a un deber.
Cuando debas luchar. Recuerda.

Tendemos a pensar que estamos fuera (por encima) de la Naturaleza. Pero somos de ella. Y olvidamos también que nuestro enemigo, nuestro reto, también pertenece a ella, sea físico o abstracto, pegue contra tu piel o esté a mil años de ti.

Olvidamos por tanto uno de los poderes de la naturaleza: el del tallo que se abre paso entre el asfalto, el de la ola que carcome el precipicio. Pero tenemos ese poder. Observa, espera. Busca el resquicio y la grieta. Cuando no puedas más, cuando sufras, espera, observa y no pierdas la esperanza. Porque el mundo está gobernado por las mismas leyes que nosotros, y si nosotros podemos doblegarnos y rompernos, también puede eso que nos aflige romperse y doblegarse. Una grieta acabará manifestándose, un punto débil, un acceso a nuestra voluntad.

Piensa en ello cuando debas luchar.

viernes, marzo 07, 2008

Viento

Paseando por la ciudad, tras el almuerzo, surge un recuerdo de hace décadas. La ciudad y el sol son los mismos, los muros de piedra gris claro y el dorado tibio de la luz del día. El rumor sordo de los coches y el sonido de la actividad humana en la vorágine de la urbe crean un fondo sonoro que resulta agradable; será porque me habla de rutina y de estabilidad, o porque es el comienzo del hilo que lleva hacia el profundo recuerdo, el recuerdo de estos mismos paseos hace décadas. Ya puedo hablar de décadas de recuerdos. El tiempo es inmisericorde.

Mediodía soleado en los primeros meses del año. El viento está presente, aquí y en el recuerdo. Es uno de las fibras que componen su tejido, al igual que el hormigón y el sol. Recuerdos de niño. Papá, mamá, atrás, el carro, mis titubeantes pasos, el rugoso tacto de la piedra y el hormigón, la maravilla ¿por qué no cartografiamos los infinitos relieves de las paredes? Un muro de habitación supondría tal labor que llenaría la vida de un hombre. Somos inconscientes de los infinitos que creamos, al igual que los insectos y los pájaros.

Tomo conciencia de que he recordado ésto, y lo más sorprendente, me invade la seguridad de que lo volveré a recordar. Es como un déjà vu explicable y sensato. La suma de sensaciones está entrelazada como los aromas en un vino; volveré a reconocer este mismo tiempo, dentro de un año, o dentro de tres décadas. Se repetirá y yo lo reconoceré, y un día se repetiré y yo ya no estaré para reconocerlo. No importa; habrá otros niños tanteando las paredes y maravillándose de las minúsculas ciudades y escenarios de batallas que allí se desmoronan sin que nadie se acuerde de ellas, aunque en la escala de los siglos son iguales que Adrianápolis, Hastings, Waterloo.

Luego, acabada la jornada, siento el viento al salir de la estación. Esta vez es ya un viento nocturno. Está cargado de la humedad y el sabor de una tormenta lejana y fría, y hace pensar en el refugio. El refugio es sagrado, eso se entiende al sentir la lluvia y el viento y el cansancio. Me dirijo a casa. Siento el viento soplar, fuerte y me alegro de sentirlo; es un buen viento, uno que te hace sentir vivo, apretar el paso hacia el refugio. Cambia la música que oigo y casualmente suena Tears for an Eastern Girl, de Nature And Organisation, y los primeros acordes coinciden con el paso a través de los arriates de flores, el descanso de un establecimiento, árboles, una pérgola. Es trabajo que me hace pensar en elfos y en otros tiempos, y entre dos parpadeos he vislumbrado una visión tranquila que me hace feliz.

Una fuente cantarina se une a la canción. Me doy cuenta de que comienza la primavera. Justo cuando el viento acerca las primeras gotas de una lluvia fina, paso al lado de una pareja que sonríe mientras se besa.

Cenotl

Sumergirse en el Pozo
de aguas negras, heladas.
Un frío de antes de la creación
cuando no eran las estrellas sino un sueño
o nosotros no nadábamos siquiera
en las aguas felices del seno materno.

Sumergirse en esa Negrura
en esas aguas de frío que penetra hasta la médula,
que penetra como hilos o agujas
agujas infinitesimales
hasta anular nuestros nervios,
disolver nuestros huesos.

Sumergirse sin miedo en el Frío
sentir la muerte uno a uno de cada pensamiento
abrazar la negrura del alma absoluta
detener cada molécula y cada sueño
ser uno y todos y uno y por fin nada.

Sumergirse sin miedo en la Pureza
una vez hecho sólo negrura y frío y nada,
sentir la muerte de todos los pecados
y resurgir limpio, impoluto, nuevo, completo
y al Sol hacer del frío el primer y único recuerdo.

martes, febrero 26, 2008

Sol Velado

Sólo cuando la niebla es intensa puedes mirar al Sol de frente.

Puede tomarse como una metáfora que me ha regalado esta mañana la Naturaleza.

jueves, febrero 21, 2008

Miedo a un Planeta Vacío

He vivido demasiado tiempo entre las bestias, me temo,
y ahora ya no me reconozco entre mis semejantes.

Somos superiores. Tenemos el don de la palabra.
Pero raramente lo usamos; a mis semejantes les da
cada vez más miedo usar la palabra; se comunican
con gruñidos y complicadas forma de esquiva.
Igual es bueno; igual es una vuelta a lo animal;
pero en ese caso, ¿no deberíamos dejar
de sentirnos superiores?

El don de la palabra; lo rechazan mis semejantes.
Ayer, o hace unas semanas, iba a verter amargas palabras
sobre mis semejantes. Pero no quería caer en la amargura.
No hay por qué hacerlo.
No es tiempo de quejas amargas, sino quizá de lucha.

He vivido demasiado tiempo entre las bestias, me temo, y no entiendo ahora a mis semejantes. O quizá sea que sólo veo una parte de mis semejantes, la más embrutecida. Puede ser; los condicionantes sociológicos son un hecho, están ahí. O quizá se ha popularizado una expresividad de ghetto. Pero me temo que
en ese caso, tampoco las élites serán demasiado admirables, no, no me lo parece: la aristocracia (me refiero a la verdadera aristocracia) ha caído en la complacencia de la masa y ha querido permitirse sus bajezas. Ni de referente sirven. Me imagino que también las verdaderas aristocracias estarán pasando por tiempos de lucha, de aniquilación; como pasa con cualquier cosa que sea verdadera.

Insisto: no son palabras de amargura, pero a golpes se forja la espada, con dolor nos endurecemos cuando somos jóvenes, aprendemos, y luego ¿no se siente uno feliz de haber aprendido? Más bien, no feliz, sino consciente de que no había más remedio. No suele haber otro camino. No me encuentro sumido en la tristeza ni en la amargura: se puede decir que nunca había sido tan feliz.

Decía que el ser humano me resulta a veces extraño. Reconozco la infinita variedad y los peligros de la generalización. Conozco suficiente gente como para saber que abunda lo respetable, lo bueno, lo humano. Pero me sigue pareciendo brutal el gesto despreciable, la ceguera, de buena parte de los que me rodean. ¡Qué sabios son algunos para vestir a la última moda, para llevar colgado el último gadget mágico! ¡Qué complejos sistemas de jerarquías basadas en el deporte, en lo superficial de relaciones de cuento! ¡Qué de sabios y sabias, y sin embargo, muchos sólo aciertan a mirarte con gesto de cordero asustado cuando les dices "buenos días"! Muchos, aterrados por el sonido de la voz humana, por el conflicto entre la obligación de interactuar y su pánico obtuso, no llegan a articular ni un gemido ahogado, como he oído algunos. Y sin embargo, ahí cuelga el bolso del dibujito del oso, ahí reluce la gomina o el zapatito elegante.

Máscaras. Miles de máscaras. Todos (yo también, claro) las usamos. El delito quizá está en abusar de la máscara, en superponer una sobre otra hasta olvidarse no sólo de quién eres (lo que trae cierta felicidad a ciertos grupos de dirigentes) sino de qué eres (no creo que sea producto de un maquiavélico plan, sino sólo consecuencia del olvido de lo espiritual durante siglo tras siglo). Pero no hablo de nada nuevo. Soy consciente de que me repito, y aún así, creo que debo decirlo. Pero no era de máscaras exactamente de lo que venía a hablar, aunque sí, quizá tenga que ver más de lo que me creo. Otra risa falsa recuerdo tras el cristal de una cafetería. Mis detractores, que no existen, que no se molestan en comprobar mis escritos, me dirán que cómo sé yo que es falsa. Que si no es falsa la mía. No, la mía no es falsa. No suele ser falsa (me dan miedo las afirmaciones absolutas sobre mi porque me parezco pretencioso en suponerme constante). No suelo ensuciarme encima; cuando era niño llevaba pañales: me lo hacía encima. Aprendí a no hacerlo. De igual forma, hace ya muchos años que no me río falsamente. A lo mejor enfermo puedo hacerlo. No sé si embrutecido por los alcoholes lo he hecho alguna vez; no lo creo. De todas formas, cada vez me emborracho menos veces. Los testigos abundan. Ya no trae apenas inspiración, es para mi, creo, un aliado perdido, o uno demasiado potente que exije demasiado a mi cuerpo debilitado.

Risas falsas; las reconozco igual que tú. Maniobras de esquiva, enmudecidos huidizos semblantes. Al final, no es más que miedo, miedo a que el otro sepa más de mi, a que quiera que yo interactue. Deben de pensar: quiero quitarme de encima a este semejante mío. Tengo bastante con mi mundo problemático, no deseo otra posible fuente de problemas. Miedos, miedos complicados, intangibles, alimentados diariamente por la máquina. ¡Venzamos todo eso! No me cabe duda de que acabaremos venciéndolo: el ser humano es un animal libre, y es un animal curioso. Pero ¡cuidado! los perros fueron una vez animales libres, y ahora dudo de si lo siguen siendo del todo, tras milenios de domesticación. Y la domesticación puede tener un instrumento en el miedo. El miedo es el que genera la vergüenza a mostrarte humano ante otro humano.

Si fuera en verdad amargo, y si todos fueran así, entonces no tendría sentido lamentar la desaparición del ser humano sobre la tierra. Sólo en ese caso, creo, estaría justificado nuestro ocaso. Pero, un momento, ¡no! ¡no lo estamos haciendo tan mal! Tendremos nuestros defectos, pero hemos sobrevivido durante milenios. No. No me vale: hemos sobrevivido, sí. Quizá cuando éramos más animales. Pero los virus lo han hecho igual de bien entonces. Cuánto compartimos ¿verdad? con ellos. Pero alguien suponía que debíamos hacerlo mejor; no hemos sido capaces. Pero ¿merecemos acaso la desaparición por ello? No, mientras sigamos teniendo potencial, mientras tengamos conciencia de nuestros pecados, mientras tengamos instinto de mejorar (por eso jamás podré alabar el feísmo, ni el nihilismo que tanto se ha puesto de moda).

No hay razón para desear la caída del imperio humano. Ni esos decadentes con traje siquiera, ni esas risas tontas. No deseo el final de la humanidad, y menos la iba a desear por algo tan tonto como un paseo casual sobre una fracción de mi especie. O sobre mi mismo; yo no soy especial. Yo soy igual que todos; acaso me haya castigado un poco más y sea un poco más consciente de mi estupidez. Considerarse especial sería una despreciable vanagloria. No soy especial, pero tampoco soy común. Persigo mejorar. Caigo una y otra vez en el error. Pienso que hay algo moral en el instinto de mejora. Pienso que la lucha, si es noble, no es un pecado. No reivindico la miseria de los tiempos antiguos, pero sí añoro su nobleza. Existió: hay prueba. Que cada vez menos sepan leer los libros donde se conserva no hace que nunca haya existido, mal que pese a algunos. Y a algunos les pesa, creedme. Sobre todo a los que repugna el esfuerzo, y a los que no pueden pensar en la perfección porque han perdido ya todo referente.

Yo por mi parte, no tengo miedo a ese final de la humanidad, aunque no lo deseo especialmente. Creo que parte de ese miedo a que desaparezca el ser humano es en realidad miedo a que desaparezca toda conciencia, toda inteligencia sobre la Tierra, quizá sobre el Universo. Sería algo horrible, un desperdicio -un pecado- intolerable hasta para la mente más embrutecida. Pero me he dado cuenta de que se nos olvida algo: la conciencia no es exclusiva de nosotros, los monos desnudos: todos los animales la poseen. Quizá sea una conciencia menos refinada, tal y como nosotros lo vemos, aunque cada vez me parece más bien que la nuestra es la conciencia de un animal enloquecido, y que precisamente por ese extremismo de la evolución hemos desarrollado culturas (manifestaciones de una retorcida anomalía fisiológica). El mundo estará poblado por conciencias, por sentimientos, recuerdos y sueños. Eso lo sabe cualquiera que haya mirado a los ojos a un perro, a un gato. Ojalá, si caemos, que ellos sepan combatir el miedo mejor de lo que hemos sabido hacerlo nosotros.

miércoles, febrero 20, 2008

Gigante

Hace ya un tiempo me distraje adivinando la etimología de la palabra gigante. Le suponía un origen clásico, pero al mismo tiempo, me sugería varias asociaciones. Así que saqué los libracos y preparé el ordenador para un poco de siempre grata investigación... y así volví a recordar donde había visto una conexión con otra lengua en principio menos clásica. De otras conexiones que descubrí, y que me gustaron, os doy cuenta ahora mismo.

En el español la palabra gigante viene directamente del Latín: gigas en Nominativo, gigantis en Genitivo. He leído que pasó al Español con esa forma ya en el s. XIII, probablemente desde las Escrituras, imagino, ya que en la propia Vulgata aparece el término:

Gigantes erant super terram in diebus illis (Gen., VI, 4).

A su vez, el Latín tomó la palabra del Griego gigas, gigantos. Es palabra de probable origen pre-Griego, no Indoeuropeo, curiosamente. En cualquier caso, sigamos la evolución del Latín gigas, gigantis. Se asume que en Latín Vulgar debió transformarse en *gagas, con Acusativo *gagantem. En cualquier caso, pasa al Antiguo Francés como gaiant o jaiant. Lo encontramos en el Roman de Brut, escrito en Anglo-Normando en el siglo XII:

Ne voloit ost od soi mener,
Ne cist afaire à toz monstrer
Ne quidnit se il le séussent,
Que del jaiant pooir eussent

La forma cambia a géant más tarde, permaneciendo así hasta el Francés actual.


Curiosamente del Antiguo Francés jaiant pasó también al Español jayán significando persona de gran estatura, robustez y fuerza. Por ejemplo, en el Quijote:

«Lleváronle luego a la cama, y, catándole las heridas, no le hallaron ninguna; y él dijo que todo era molimiento, por haber dado una gran caída con Rocinante, su caballo, combatiéndose con diez jayanes, los más desaforados y atrevidos que se pudieran hallar en gran parte de la tierra.». (Cap. V).

Covarrubias en su Tesoro apunta que puede haber pasado del Francés al Español precisamente a través de las novelas de caballerías. La palabra aparece en el Diccionario de la R.A.E., con el mismo significado antes dicho.


¿Y qué hay del Inglés? Recordemos que en el Antiguo Francés teníamos gaiant o jaiant. Después de que esta forma hubiera pasado a la definitiva geant, la encontramos ya en lengua Inglesa por allá el año 1297. He leído que en los escritos de Wace (1100-1174) también pervive:

"In þat tyme wer here non hauntes Of no men bot of geauntes."

Pero no he podido comprobarlo. La palabra, eso sí, está asentada en Chaucer:

"He slow the geant Antheus the stronge" (The Monk's Tale)

"Sire Thopas drow abak ful faste
This geant at hym stones caste
Out of a fel staf-slynge" (The Tale of Sir Thopas)

"Al myghte a geant passen hym of myght,
His herte ay with the first and with the beste" (Troilus and Criseyde)

He dicho, pues, que la palabra del Francés Antiguo geant pasó al Inglés Medio. Pero, al igual que ocurrió con muchas otras palabras, ¿no desplazó este barbarismo a alguna palabra del Inglés Antiguo que significase algo parecido?
En efecto, existía dicha palabra, y os la digo yo: ent. En efecto, es así como se dice "gigante" en Inglés Antiguo.

"ða wæs gylden hilt gamelum rince,
harum hildfruman, on hand gyfen,
enta ærgeweorc." (Beowulf, versos 1678-1679)

("Así la dorada empuñadura fue para el guerrero de cabellos grises, / héroe anciano, en su mano dispuesto / el trabajo astuto de gigantes.").

Así que la palabra ent que tanto gustaba a Tolkien fue tomada directamente de su bien amado Inglés Antiguo; hay, como sabéis, muchas más repartidas por su obra. Yo, por mi parte, me doy por satisfecho con estos descubrimientos de aficionado. Me surgió la duda de si realmente no se trata de una palabra Indoeuropea: veo demasiado parecido entre la palabra ent, de origen Germánico, y la parte de la raíz -ant- que aparece en la declinación de gagas. Pero es que no sé lo suficiente acerca del Griego Antiguo como para saber si es una desinencia y no parte de la raíz (aunque no lo parece, y no toman esa desinencia, por lo que yo sé, todos los masculinos de la tercera declinación). Hay, pues, material para seguir investigando sobre el origen de los Gigantes.

domingo, febrero 17, 2008

Pequeño Hombre de Marte

Tras ver a Phil Plait en su página Bad Astronomy explicando por qué el asteroide 2007 TU-24 no supone un peligro para la Tierra (al parecer se ha dicho de todo en la red), estuve leyendo su entrada sobre el "Hombre de Marte" que ha alcanzado cierta fama en los medios últimamente. A partir de dicha entrada llegué, no recuerdo muy bien mediante qué cadena de enlaces, a un buen artículo explicativo sobre la naturaleza de la famosa "figura marciana" en The Planetary Society. El artículo es bueno; la reflexión final me ha gustado lo suficiente como para traducirla aquí con mi torpe inglés. Lo mejor es echarle un vistazo a esas tremendas panorámicas de otros mundos y maravillarse de poder ver esos horizontes, y como dice Emily Lakdawalla, la autora, apreciar la labor de esos dos "cacharrillos" que hemos mandado ahí fuera y que siguen mandándonos imágenes que valen mucho más que el despilfarro de píxeles de cualquiera de esos programuchos del sábado noche.

"De acuerdo, nos hemos divertido. Ahora, retira tu mirada de ese pequeña esquina granulosa de la imagen. Pulsa para aumentar otra vez y ver el panorama original y piensa: ésto es Marte. Estoy viendo a través de los ojos de un "trotamundos" que estaba diseñado sólo para sobrevivir 3 meses, quizás 6, posiblemente un poquito más; y sin embargo hace ya cuatro años de la Tierra desde que la Spirit aterrizó, y aún está funcionando. Esa es probablemente la primera lección que le puedes enseñar a tus amigos a partir de esta pequeña tonta historia: la imagen llegó desde Marte hace sólo 2 meses. Los dos exploradores están todavía allí arriba, y todavía funcionando, estudiando la superficie de Marte para nosotros después de todo este tiempo. Esa foto fue enviada desde la superficie de un mundo inhóspito, a más de cien millones de kilómetros. Los exploradores aún nos hablan cada día, enviándonos fielmente más fotos incluso mientras se van enfriando poco a poco. Algunas personas piensan que es tan malo personificar a los exploradores como es mantener que se han encontrado pequeños extraterrestres en sus fotos. Para mi, sin embargo, no puedo evitarlo: me identifico emocionalmente tanto con esos exploradores como con todas las demás naves, y mi corazón salta cuando pienso en que posiblemente los exploradores no sobrevivan otro largo y frío invierno marciano. Mientras estén ahím deberíamos hacerles el honor de acordarnos de ellos cada día, mirar los resultados de su tarea diaria, porque un día así de repente los dos callarán, y no volveremos a oírles nunca."

Yo no podría haberlo dicho mejor. Salud.

domingo, enero 20, 2008

Tres Reflexiones para un Domingo

Crepúsculo de los Desposeídos

Camino, otra vez, de vuelta a casa.
Frente a mi se alzan palacios, catedrales. Una luz artificial cubre de un dorado impoluto los muros. Al Oeste, el crepúsculo cae, un añil de infancia. Pájaros migran, ala occidental descompensada.

He visto a los desposeídos en alegres coloquios, bajo esa luz indefinible del crepúsculo. Las sombras desdibujan las malas fortunas y los rasgos vergonzables. Les he visto incluso jugando en el parque, en columpios y toboganes como niños, probablemente regresando inconscientemente a épocas que fueron felices. No son felices, pero cabe preguntarse ¿lo somos nosotros? Ambas estirpes hemos renunciado al sueño ideal del paraíso que debería ser este mundo. Quizá ellos nos aventajen en que saben más fehacientemente que han perdido la partida.

Otro día coincidí con uno de ellos en el viaje de regreso. Iba dormido inclinado sobre su maleta. Tienen un aura que nos hace conocerles sin posibilidad de duda. Sobresaltado despertó al cerrarse las puertas y con alarma me preguntó "¿Es esta la estación de X? ¿Es esta?". Tenía unos ojos azules que me parecieron gastados de contemplar infinitos que siempre se habían tornado reveses y hundimientos. En la opacidad de su mirada, bajo la urgencia del sobrevivir, existía un pozo de una bondad que me conmovió. Le sonreí "Una más", sonrió de vuelta, volvió a doblarse sobre si mismo en el refugio del sueño y el calor del tren. Llegamos a la estación de X, y el seguía perdido en el sueño; le avisé: "Caballero, caballero, oiga. Hemos llegado". Tardó en despertar, quizá por no esperar que le hablasen amablemente (yo no hablé amablemente; hablé a un digno semejante). Se deshizo en agradecimientos "Se queda uno dormido" (siempre intentar dar apariencia de normalidad; es eso o el abismo de la locura). Le ayudé a bajar; era mayor. Me fui castigado por la injusticia: él me había dado su sonrisa y su agradecimiento; me había hecho humano. Yo no tuve valor de darle lo que no me había pedido para al menos con un café luchar contra ese sueño que arrastraba. Los dioses me maldigan, debí haberle dado todo lo que tenía en la cartera.

Recuerdo que el tren estaba casi vacío. Se trata de una ecuación sencilla: cuanta más gente nos está viendo, mayor es la vergüenza que nos da mostrarnos humanos. Qué enfermiza ecuación, a qué enfermiza sociedad hemos llegado por el miedo, si no es cosa sólo mía.


Ética de la Diferenciación

Lo repetible es prescindible. La misma idea: prescindes de aquello que sabes que puedes volver a conseguir, pero retienes lo que te parece irrepetible. Quizá sea esta la clave de por qué intentan que seamos todos iguales.


Religiosidad del Ateo

Baldr se puso una capa y bajó a la Tierra del Hombre. Conoció a vehementes ateos y a monjes impetuosos, y le pareció que tanto unos como otros defendían sus ideas con furia de cruzado. Conoció pues el efecto fascinante del hambre de verdad y los peligros de su hechizo.

Höðr luego le dijo "¿Crees que el ateo no es religioso? Tienes demasiada fe en las capacidades del ser humano".

martes, enero 15, 2008

Red For Fire + Black For Death

Los dos discos que sin duda más he escuchado durante el pasado año. Mejor canción del 2007: "Queen In The Bay of Smoke" (desgraciadamente no se oye en la siguiente presentación).

Decisión para Vivir

Hail people of Iceland / Journey of a land anew / Ram as our liaison /Vision inspire and move /Awe holy island / Breed the lagoon to run free /Raw beauty is ruthless within the golden ring / Precision of Grungir / Spear of the Norse God Odin / Praise our Pagan Father / Founder of the Althing / Given decision to live / Not taken / The flight towards the light / I'll stay in the lava for life / Erupting when gods take us all / Changing the peaks makes us pour / From the mountain and burn / The path of our time /Ruler of sky's thunder / The honourable warrior /All divination / Beware the Hammer of Thor


Lava goddess
Ice and fire
Settling down
Ocean Geysir
Gullfoss
Heimaey '73

jueves, enero 10, 2008

Siglo XXII

Ocurrió ayer al ver el título de uno de esos panfletos que regalan en el transporte público. "Los bebés de hoy podrán ver el siglo XXII", o los niños, da igual. Supongo que se trataba de un artículo sobre los últimos descubrimientos sobre las claves de la longevidad (ante lo insignificante de la duración de nuestras vidas, nuestras cuitas son casi siempre irrelevantes). He venido viendo estos titulares de un tiempo a esta parte en la prensa especializada, los he ido ignorando ya que cometemos (cometo) la torpeza de sentirnos inmortales. De sentirme ilimitado, al igual que a los que llega mi amor.

Ver el siglo XXII. Hay que vivir con esa intención, lo tengo claro. Aunque muera mañana mismo, ¡qué maravilloso es al menos plantearnos la posibilidad! Nace quizá la primera generación que puede atreverse a sobrepasar el siglo sin que sea un milagro. Nosotros somos ya viejos, pero podemos soñar. Me imagino como un viejo ciego, encías desdentadas y doloridas (aún en un futuro de maravillas el hombre me parece condenado a desigualdades). Alguien de mi parentela (en un sueño aún más inimaginable, Tú) me lee las nuevas noticias, a dónde hemos llegado. Soy capaz de llorar. "Entonces, ¿es cierto? ¿lo hemos conseguido? ¿eso dicen?".

Creería como un niño. El peso insoportable de los recuerdos se colapsaría sobre sí mismo. La estrella de neutrones se derrumba; todos los recuerdos sometidos a esas altas presiones y gravedad se convierten en buenos.

Ver el siglo XXII. Irreal pretensión, pero es cierto que entraría en lo posible. Una órbita de probabilidad que se ve acercarse, que casi se alcanza, a la que tendemos el dedo flexionado como Adán, estirando al límite el músculo. Vivir por ese sueño. Los amargos pesares no tienen sentido, sonreir desenreda las cadenas de mi abdomen, los demonios se retraen al barro, el barro se torna polvo; retumba la tierra apisonada.

Los desastres que veremos nos harán llorar. Pero habrá también tiempos prodigiosos. Vivamos para verlos, todo lo que podamos. Éramos acaso impensables para nuestros antepasados. Honremos la belleza de su lucha por soñar.

martes, enero 08, 2008

La Mansión de las Rosas

Hoy quisiera hablaros del libro que me estoy acabando ya de leer. Se trata de "La Mansión de las Rosas", de Thomas Burnett Swann. La/El que sea algo asiduo a esta suerte de blog, recordará haberlo visto en la columna de la derecha, donde de vez en cuando voy consignando lo que me leo y lo que escucho.

Tardé en empezar este libro; lo encontré en la Biblioteca Pública de cierta ciudad. Albergan estas Bibliotecas, bien lo sabéis, mil y un tesoros. Pero prosigo: quería decir que no fue por pereza que se me caducase el plazo de préstamo. Más bien por esa estúpida resistencia que tengo a leer un libro que se me antoja obra maestra, pues una vez leído ya no podré volver a disfrutar nunca más de esa primera lectura. Es una vana obsesión que ya he vencido convenciéndome de que el número de libros que merece la pena ser leído (a pesar de los esfuerzos de tanto titiritero metido a escritor) es infinito, y de que aún no se sabe si tras la muerte se podrá leer. Sabía, de todos modos, que era un libro que me cautivaría, y una vez empezado no podría dejarlo. Así ha sido.

Lo encontré, como digo, en la Biblioteca Pública. No fue del todo producto del azar. Metí en el Unicorn (premonitorio nombre) "ciencia ficción" o puede que más bien "fantasía", a ver con qué salía el catálogo. No me dio mucho tiempo a relamerme, porque lamentablemente el listado no era tan largo como habría querido. Allí estaba Swann. No le conocía. El nombre del libro no me pareció sugerente. Pero precisamente por esa aparente anodinia me decidí a buscarlo.

El libro en sí está editado por Bruguera, en su colección Libro Amigo. Me da a mi, que no entiendo mucho de estas cosas, que esa es una colección que ya no se edita. Al menos, he buscado, y no veo que uno pueda comprar ya este libro en las tiendas. La edición es de Marzo de 1981, tiempos de mi infancia y de estos libros de papel grueso en cuartilla, papel ahora amarillo pero que sigue conservando un tacto especial, hasta cierta fragancia de madera y tintas bien marcadas. La portada es una ilustración de un tal Mario Eskenazi, que no hace justicia al libro, aunque es mejor así. No distrae y me parece más honesta que las vergonzosas revelaciones de argumentos, los aún más vergonzosos reclamos o las simplezas que se ven en algunas portadas de novelas contemporáneas.

El texto de la contraportada me hizo saber que me iba a gustar el libro. Como es lo que me decidió, lo copio aquí: "Como ha dicho Theodore Sturgeon, Thomas Burnett Swann -viajero, investigador y escritor británico- posee una prosa "llena de magia y belleza, al margen de modas y tendencias", con las que, en la línea de Tolkien, narra sus "cuentos de hadas" a un auditorio contemporáneo. Unos cuentos de hadas que no se limitan a reproducir viejos esquemas, sino que suponen una aproximación lúcida a ciertos mitos y planteamientos que el hombre actual cree, un tanto fatuamente, haber dejado atrás".

El texto es deliciosamente sencillo y cuidado a la vez. La ambientación se basa en una documentación exquisita (el autor agradece vehementemente en un breve prólogo la ayuda que le han prestado A History of Everyday in England: 1066-1499 de Marjorie y C.H.B. Quennell, y The Crusades, de Henry Treece) mezclada con una presencia de magia sutil pero muy real. La prosa, que a veces se torna poesía, transmite el sentimiento de una obra creada con mimo y con buena mano, escrita con corazón y modelada cuidadosamente. Una gloriosa inocencia se eleva desde cada página. Si se me perdona la torpe paradoja, diría que hay más de lo que parece a simple vista, quizá porque se ha escrito sin pretender que haya más de lo que parece a simple vista.

Publicado en 1976, se llama en inglés "The Tournament of Thorns". Creo que es el primer libro que recomiendo (y recomiendo pocos) antes de haberlo terminado. Debe de ser porque me demuestra que en la vida puede hacerse un paréntesis y crear algo bello que llega a los demás.