lunes, febrero 13, 2006

Memoria de Invierno

Los meses revolotean, alejándose, un ave que se escabulle entre los árboles vestidos de ocre y gris. Álamos forman muro que no puede ser escalado, ventana a un abismo por el que caminé alguna vez.

Mirando en el Pozo de Wyrd. Ahora la palabra "abismo" nos da miedo. Abismo es el abyssos griego, lo que no tiene fondo. Por ello también aquello que el intelecto humano no puede aprehender. De ahí el miedo. Sin la razón no somos nada. Eso nos han enseñado, nos han mentido.

El halo kitsch del neo-paganismo norteamericano. Las runas brillantes con letra banal. 12 años de un camino que no reconozco, impregnado de la vehemencia un tanto infantil de los hijos de Vinnland.

Y sin embargo, algo trasciende, se eleva y penetra. Las formas escalan y llegan hasta el alma en letargo.

"Ordael es nuestra situación actual; las circunstancias que nos han sido dadas a través de nuestro orlaeg, y que corresponderían al concepto de Karma. De aquí viene la palabra moderna 'ordeal'."

Prueba rigurosa.
Experiencia penosa.

"Lo que no nos mata nos hace más fuertes."

El ser auténticamente humano se define a través de los malos tragos. Es la victoria trágica. Lá búsqueda heroica. El viento helado en la piel de la cara es el que nos hace sentir vivos.

El anciano envuelto en capa en el centro de un universo, que alarga la mano en el momento preciso para atrapar la cabeza de la gran Jörmungandr.

Kundalini.

Escalar la montaña nos hace estár más cerca de las estrellas.