Cuando me enfrento a dilemas de este tipo, a veces uso un método para decidirme que aunque sea poco ortodoxo, suele funcionar y es rápido. Me meto en Google, pongo en la caja de búsqueda la frase o palabra sobre cuya ortografía dudo y observo los resultados.
Por ejemplo, imaginemos un hipotético estudiante que duda sobre la ortografía de "abeja", y no sabe si se escribe "abeja" o "aveja". Incluso podría este estudiante plantearse hipótesis más raras como "aveha" o "avega".
El método se basa en el número de páginas que Google encuentra para cada posibilidad.
Veamos qué pasa si hago el experimento con las palabras que he puesto antes:
- abeja: Google encuentra 238000 resultados.
- aveja: Google encuentra 3950 resultados.
- aveha: Google encuentra 9030 resultados.
- abeha: Google encuentra 5250 resultados.
- avega: Google encuentra 29600 resultados.
- abega: Google encuentra 11300 resultados.
Podemos comprobar un par de cosas. Por un lado, el resultado numérico parece indicar que la forma más correcta es "abeja". El estudiante dudoso debería elegir esta opción, y de paso, disfrutar un poquito más de la literatura española. Por otro lado, vemos que formas que a priori nos parecerían las menos probables, como "abega" o "avega", muestran un número de resultados relativamente alto; de hecho, bastante más alto que otras opciones como "aveja". Y eso que probablemente sería "aveja" el error más común si se hiciese la prueba dictando a unos escolares.
¿Por qué es así? Pues porque Google busca por defecto en cualquier idioma. Y cuanto más variemos la forma de una palabra, más probable es que esa variación corresponda a una palabra en otro idioma. Tampoco hay que descartar que la variación corresponda a un nombre de persona, de lugar o de una empresa, caso en el cual es lógico que Google muestre muchos resultados. ¿La solución? Limitar la búsqueda al idioma en el que esté esa palabra. Siguiendo con el ejemplo, si repetimos las búsquedas anteriores seleccionando idioma español, obtenemos:
- abeja: Google encuentra 162000 resultados.
- aveja: Google encuentra 695 resultados.
- aveha: Google encuentra 4 resultados.
- abeha: Google encuentra 16 resultados.
- avega: Google encuentra 595 resultados.
- abega: Google encuentra 145 resultados.
Ahora sí que no hay duda de que se escribe "abeja", puesto que la diferencia de resultados es abrumadora. Comprobamos también que hay algún que otro despistado suelto por el ciberespacio.
Algún listillo me podrá decir que para qué tanto lío, si ya Google automáticamente se preocupa de sugerirte cuál es la palabra que estás buscando. En efecto, en todos los casos anteriores podemos ver cómo Google se anticipa y lo primero que nos dice es "Quizás quiso decir: abeja". Bueno, al listillo le contesto que en efecto, esa es una característica muy útil que tiene Google, pero también hay que tener en cuenta que no siempre funciona. Hay palabras y sobre todo frases para los que Google no tiene registrada una sugerencia.
Por ejemplo, hoy me ha pasado con una expresión que quería usar: "me van a dar sopas con honda"... ¿o es "me van a dar sopas con onda"? Yo sospechaba que era la primera por lo siguiente: "con" es una preposición con valor (entre otros) instrumental. Quiero decir que si uso "con" lo más normal es encontrar después un instrumento que permite hacer algo, o un ser que desempeña el papel de acompañante. Y como "honda" es un instrumento, y "onda" no, nos decantamos por "honda". Al loro porque alguno habrá que apueste por "onda", y no es tan raro, ya que tanto "sopa" como "onda" pueden pertenecer al mismo campo semántico de los líquidos.
En fin, la duda está servida. ¿Y si consultamos el Google? Ahí te quería ver yo:
- Sopas con onda: Google encuentra 4790 resultados.
- Sopas con honda: Google encuentra 6260 resultados.
¡Demasiada poca diferencia! He aquí un caso ambiguo. Por supuesto, deberíamos decantarnos por "sopas con honda" por su mayor número de resultados, pero ¿te la jugarías? ¿Qué pasa si necesitas esta u otra expresión para usarla en un artículo o algo serio? ¿Y si es una redacción de la que depende tu carrera? (Por supuesto, el inteligente sabrá de los poderes de la sustitución: si algo te causa tanto problema ¡busca un sinónimo o un sustituto!).
Bueno, al final el mejor consejo es: usa el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Ahí sí que se va sobre seguro. Es lo que he hecho yo al final... pero el "método Google" sigue siendo muy útil cuando quieres tener una referencia rápida o cuando te interesa saber si estás usando una frase de la manera adecuada en un idioma del que no tienes diccionario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario