Cuando ya había pasado tiempo desde esta agradable sorpresa, descubrí por casualidad que también existe una web similar para nuestro satélite. En efecto, se puede navegar ya por la superficie de la Luna, al menos de manera virtual: Google Moon ofrece esa posibilidad. Acabo de descubrirlo y estoy deseando darme una vueltecita por el satélite. Algunos cuestionarán su utilidad; no puedo defender esa idea. Para mi es un error considerar la astronomía (por la que siempre he estado interesado), como una disciplina puramente académica. Estoy convencido que el futuro (si existe alguno) de la humanidad como especie animal está ligado imperiosamente a la conquista del espacio. Al que hace broma o al risueño le dirigiré a un libro de Hartmann, Miller y Lee:
¿Qué podemos predecir sobre el curso futuro de la civilización si no nos aventuramos audazmente en el espacio durante el próximo siglo? (...) La sociedad se encamina a drásticos cambios en los próximos decenios. Si dejamos que "todo siga igual" en una economía totalmente limitada a la Tierra, el agotamiento de los recursos, los desórdenes y la catástrofe detendrán nuestro avance (...). Las tres causas más probables del hundimiento de la civilización parecen ser la guerra nuclear, la crisis malthusiana y el desastre ecológico. (...) Una alternativa es descubrir recursos adicionales de energía y de materiales fuera de la Tierra y elaborarlos allí, permitiendo de este modo que nuestro planeta comience a relajarse de nuevo hacia su estado natural. Estos descubrimientos, estos desarrollos, no son un sueño irreal. Ya están en camino.
"La exploración de las fronteras extraterrestres", William K. Hartmann, Ron Miller, Pamela Lee, 1987.
Nota: Mientras redactaba esta entrada, mi mente ha dado el siguiente (inevitable) paso lógico: interrogar a Google acerca de Google Mars. Y efectivamente existe. Por ahora, en Google Labs, la sección de Google donde se prueban versiones beta de proyectos de Google, ciertamente interesantes y recomendables.
Y una segunda nota; por casualidad, o quizá no por casualidad, di con otra vuelta de tuerca de esta moda: mapas de Europa, el satélite de Júpiter. Sin embargo, este proyecto no parece propiedad de Google (no aparece listado en Google Labs, por ejemplo) sino de un tal Peter Pesti del Georgia Institute of Technology.