lunes, febrero 20, 2012

Árstíðir

De la página oficial de la banda islandesa Árstíðir:

"Árstíðir es una banda acústica basada en las voces originaria de Reykjavík, con un sonido único en la escena musical islandesa. Además de sus características armonías vocales, es su instrumentación la que marca una diferencia en su sonido, difundiendo una cálida marea de guitarras acústicas barítonas, piano virtuoso y cuerdas melismáticas. El resultado es un espectro sonoro inusualmente amplio, enfatizado aún más por la impresionante amplitud vocal de sus seis componentes".

Árstíðir

La música de Árstíðir es una mezcla poco frecuente que al mismo tiempo resulta sencilla y compleja. Es fácil enamorarse de sus canciones que, sin embargo, mezclan influencias de la música clásica, el rock progresivo, el country y la música folk islandesa. La banda está formada por músicos distinguidos conocidos por su pertenencia a varias bandas y varios géneros del paisaje sonoro de Reykjavík".

Reconozco que esta voluntariosa descripción de la banda me ha hecho buscar al menos una palabra en el Diccionario de la Real Academia: "melismático", que resulta ser "perteneciente o relativo al melisma", siendo el melisma una "canción o melodía breve", o aquel "grupo de notas sucesivas que forman un neuma o adorno sobre una misma vocal".

En cualquier caso, el nombre del grupo, Árstíðir, significa en islandés "estaciones", es decir, el plural de árstíð o "estación del año": como la primavera, por ejemplo, o este verano que acaba de comenzar y que promete ser inmisericorde con nosotros.

A continuación os dejo su video "Brestir", para que nos hagamos una idea de cómo suenan:


Repito el enlace a su página web, y ya de paso, me tomo la libertad de crear la página web de la Wikipedia.

http://www.arstidir.com/
http://es.wikipedia.org/wiki/Árstíðir

sábado, febrero 04, 2012

Benjamin Bagby's Beowulf

La frase en Inglés Benjamin Bagby's Beowulf forma una construcción aliterativa: es decir, existe en ella un sonido (en este caso la consonante inicial "B") que se repite a lo largo de la frase. No sé si la aliteración presente en esta frase es fruto de la casualidad o de la intención de su autor; por lo que veremos a continuación, me inclino más por esta última opción.



La poesía germánica antigua, lógicamente con peculiaridades propias dependiendo de la lengua conreta, tiene precisamente como uno de sus rasgos característicos la aliteración de sus versos. Así, el ritmo se consigue por la repetición de un sonido a lo largo de una frase, no por la rima de la parte final del verso como en la mayoría de la poesía más moderna. Aparece así en la poesía en Inglés Antiguo; por ejemplo, en el comienzo del Beowulf leemos:

Hwaet! We Gar-Dena in gear-dagum
"¡Atención! Nosotros, de los Daneses (de la Lanza) en tiempos antiguos..."

donde las palabras que llevan el acento, Gar-Dena y gear-dagum comienzan ambas por "G".

Pero la frase "Benjamin Bagby's Beowulf" no sería más que un ejemplo de aliteración si no fuera porque Benjamin Bagby no es un nombre tomado al azar, sino el de un verdadero scop de los tiempos modernos.


Nacido en 1951, fundador del conjunto Sequentia, Benjamin Bagby es un intérprete de música medieval, cantante, compositor y arpista. Quizá lo más destacable de su repertorio sea la recreación de antiguas obras como el propio Beowulf, las Eddur y música alemana de los siglos X y XI.

Su versión del Beowulf nos da una idea muy precisa, en mi opinión, de cómo debía ser la labor del antiguo scop. La sabia combinación de maestría con el arpa y la voz, las dotes teatrales, el saber aprovechar la fuerza o la melodía de esta lejana lengua cautivaría a buen seguro a una audiencia para la que la recitación del poema sería todo un acontecimiento lúdico, pero también una descripción de un mundo y unas gentes que no conocerían nunca de otra forma, un recordatorio de tradiciones, historia, mitos e ideas religiosas, un verdadero tapiz de emociones y asombros que perduraría durante muchas noches en sus mentes y corazones.


La labor de Bagby, que declama sin tacha los cientos de versos del poema, acompañado de su arpa de 6 cuerdas (construida a imagen de la encontrada en la tumba de un noble alamán del signo VII), es ardua y merece nuestro reconocimiento más profundo, máxime cuando consigue cautivarnos a nosotros, espectadores saturados de imágenes y ocios huecos, que ni siquiera podemos seguir la trama en esa noble lengua olvidada, y que aún así permanecemos boquiabiertos ante el despliegue de las evocaciones que nos trae este viejo arte.