martes, diciembre 16, 2008

Una batalla anglosajona

Elene es un poema anglosajón de un tal Cynewulf, un scop (poeta de la época anglosajona) simpático que siempre firmaba con runas y que vivió en algún momento entre los siglos VIII y IX (sus textos no se han podido fecharse con mayor exactitud). En el poema, que en realidad se basa en un texto latino, se narra el encuentro de la Vera Cruz por Santa Helena. A pesar de su pío argumento, ningún anglosajón podía resistirse a narrar una buena historia de batalla, y aunque la tarde en que empecé a redactar esta entrada yo andaba buscando algún pasaje lírico, me rendí ante la fuerza de la siguiente descripción de una batalla entre el emperador romano Constantino y una fuerza combinada de Hunos y Ostrogodos, que se narra entre los versos 109 y 126.

Byman sungon
Las trompetas cantaban
hlude for hergum. Hrefn weorces gefeah,
en alto ante las huestes. El cuervo se alegraba de su tarea
urigfeðra, earn sið beheold,
con alas llenas de rocío; el águila inspeccionaba la marcha,
wælhreowra wig. Wulf sang ahof,
la batalla cruel. El lobo alzó su aullido,

holtes gehleða. Hildegesa stod.
el habitante del bosque. El terror de la batalla se alzó.
þær wæs borda gebrec ond beorna geþrec,
Entonces hubo quebranto de escudos y daño de guerreros,
heard handgeswing ond herga gring,
duro batir de espadas en mano y mezcla de ejércitos,
syððan heo earhfære ærest metton.
cuando con la primera tormenta de flechas se encontraron.

On þæt fæge folc flana scuras,
Sobre esa hueste de condenados flechas llovieron,
garas ofer geolorand on gramra gemang,
lanzas sobre los escudos amarillos contra la cruel multitud,
hetend heorugrimme, hildenædran,
el cruel enemigo envió, las víboras de la guerra,
þurh fingra geweald forð onsendan.
a través de dedos blandiendo armas.

Stopon stiðhidige, stundum wræcon,
Con paso firme, trajeron una y otra vez aflicción,
bræcon bordhreðan, bil in dufan,
rompieron la barrera de escudos, llevaron la espada al campo enemigo,
þrungon þræchearde. þa wæs þuf hafen,
presionaron con intrépida violencia. Entonces fue alzada
segn for sweotum, sigeleoð galen.
la insignia ante las tropas, un himno de triunfo cantaron.

Gylden grima, garas lixtan
Dorados yelmos y lanzas brillaron
on herefelda.
sobre la llanura de la batalla.


La literatura en Inglés Antiguo (Anglosajón) posee una fuerza y rotundidad muy propias de la época en la que se escribió y de las gentes de quienes fue nativa; y al mismo tiempo transpira una frescura, honestidad, y en algunos textos, un lirismo inocente y potente que la hace muy particular. El idioma es de una belleza de sintaxis y sonoridad que le hace destacar entre las demás lenguas germánicas antiguas. Si alguien que pase por aquí tiene interés en conocer con más profundidad esta interesante literatura, le recomiendo el libro "Beowulf y Otros Poemas Anglosajones. Siglos VII - X", de Jesús y Luis Lerate, publicado por Alianza Editorial, que aunque no contiene textos del Elene, tiene una buena selección de fragmentos y poemas traducidos al español.

miércoles, diciembre 10, 2008

63 años luz

HD 189733 es el nombre de una estrella que se encuentra a una distancia de 63 años luz. En términos astronómicos, puede considerarse de la vecindad local, un paisano de la zona, el viejo que vive en una casa más allá de la colina. Lejos para llegar en un paseo casual, pero a quien se puede visitar, llegado el caso, en una caminata una tarde de otoño. Si levantamos la mirada por encima de los edificios, veremos el Cisne, y entre el mar de estrellas, está HD 189733.


HD 189733 tiene un planeta que le orbita. Uno de esos planetas grandes, del tamaño de Júpiter, gigantes gaseosos de hidrógeno sucio de los que ya hemos descubierto varias centenas (a día de hoy, 231; finalmente resultó que no era tan raro que existieran planetas aparte de los del Sistema Solar). Un vals estelar de planetas extrasolares, de los que nos detectamos los más masivos, los gigantes rojizos que quizá ocultan planetas más parecidos a nuestra Tierra que hoy por hoy, todavía no somos capaces de ver con nuestra limitada (pero creciente) visión estelar.



El planeta que orbita a HD 189733 tiene el poco imaginativo nombre, por ahora, de HD 189733b. El 11 de Febrero del 2008 se descubrió que en su superficie existía metano. Esto le convirtió en el primer planeta fuera del Sistema Solar en el que se descubría un complejo orgánico. No signo de la vida, pero sí promesa, posibilidad. Pero HD 189733b orbita muy cerca de su sol, a un 10% de la distancia que separa Mercurio de nuestro Sol. En esas condiciones, cabría esperar monóxido de carbono (CO), no metano (CH4), que aunque sigue siendo un ladrillito, el más pequeño de lo que conocemos como materia orgánica, fue algo inesperado. Se barruntó que algún proceso sobre el que por el momento no había pistas, estaba concentrando el metano en las zonas más frías del planeta, o simplemente, creando más metano. La naturaleza exacta de ese proceso despertó sueños. Pero la prudencia se antepone fielmente a las ansias tan humanas de soñar: el fenómeno se podría explicar si el planeta fuera muy rico en carbono, cosa perfectamente posible.




Ayer, 9 de Diciembre, los aparatos a bordo del telescopio Hubble detectaron dióxido de carbono en la atmósfera de HD 189733b. La temperatura allí es demasiado alta para aguantar vida como la conocemos, pero estos descubrimientos prueban que los componentes básicos para la vida no son infrecuentes. Incluso dan que pensar, ya que si en algún lugar existiera vida parecida a la que puebla nuestro planeta, dejaría como rastro, entre otros componentes, precisamente dióxido de carbono y metano. Las campanas siguen volando, manos de carne templan los extremos metálicos, ojos cálidos comprueban las cifras en un azul extraterrestre. Nuestros ojos orbitan a kilómetros de altura, y unl delicado perfume rosáceo apenas soñado nos agita levemente en nuestro dormir. Y todavía tantos preguntan para qué los dólares, los euros gastados. Quizá algún día enfoquemos nuestros ojos de cristal y oro hacia una estrella y una sorpresa nos abrace, para siempre ya. Quizá no.